Excelente opción si estás buscando el taquito nocturno después del reven. Abre 24 horas.

Un básico que hay que visitar obligatoriamente, sobre todo por el ambiente. En México es prácticamente una tradición comer tacos. Pero comer tacos después del reventón de la música destruye-oídos, el alcohol, el cigarro, el baile frenético y –cómo olvidar– el ligue, es un ritual. Y en plena época de Queer as folk, por supuesto que la comunidad gay tenía que contar con una taquería tan digna como las Leyes de sociedades de convivencia.

El Takon es precisamente eso. Aquí no vas a encontrar los tacos más gourmet, es decir, con sabores sofisticados o ingredientes exóticos, simplemente están hechos con esa tradición muy mexicana de hacer tacos con un sabor agridulce, combinación de la carne con lo ácido-dulce de la piña. De hecho, el menú ofrece lo que encuentras en la mayoría de las taquerías: pastor, bistec, chuleta, etc. Lo que sí hay aquí y no en las otras taquerías son hombres comiéndose un mismo taco, lesbianas y todo lo que incluye la diversidad sexual.

El ambiente es lo mejor del Takon, por las carcajadas y las anécdotas que se dan ahí, es como una extensión del antro, sólo que con aromas a cebollas asadas.