En la cada vez más popular calle de Motolinía se encuentra este sitio con una propuesta sencilla y novedosa.

Este pequeño local en la calle de Motolinía es de los pocos lugares con una propuesta que, además de sencilla y muy rica, ha resultado novedosa para el Centro Histórico: tacos de mariscos, camarón capeado, guisado, pulpo en su tinta, marlin, pescado capeado y otras cosas más. Sencillo, rico y a muy buen precio.

Desde hace un par de años la calle Motolinía se ha convertido en algo así como un destino propio dentro del centro. Calle peatonal, bien alumbrada y con cuidadas jardineras, donde además de lugares para la vida nocturna, como El Pasagüero, y restaurantes de vieja tradición, como La rambla o El rey del pavo, surgen nuevas y diferentes opciones para los asiduos al Centro Histórico.

El 7 vidas empezó como una taquería de guisos en general, pero al poco tiempo resultó evidente que los guisos que tenían más éxito eran los de mariscos. Así que optó –muy atinadamente– por cargase hacia ese lado de la balanza y expandir este menú.

Sus paredes ostentan cuadros de películas mexicanas viejas, como El mil abusos, El cabaretero y sus golfas y alguna más protagonizada por Hugo Stieglitz. También hay una serie de fotografías de camiones suburbanos de Acapulco y un simpático neón con el nombre y logotipo del lugar. Aunque es difícil opinar de dicha decoración, definitivamente funciona y tiene su chiste, más cuando la música parece adaptarse a los comensales, según se vaya llenando el lugar. De modo que uno puede escuchar desde los últimos lanzamientos de rock nacional hasta alguna canción viejita de Los Panchos.

El 7 vidas es atendido por el dueño. Mientras arregla algún negocio vía celular, te ofrece como cortesía un rico caldo de camarón. Casi todos los días inventa una salsa nueva para acompañar tal o cual taco, o una combinación que entre más rara parezca más se antoja.

Los tacos se sirven en tortillas de maíz, con una embarrada de frijoles y una cucharada de arroz blanco, al estilo Los Cabos. Pocos pero surtidos guisos que van desde el camarón guisado con tocino y chile ancho hasta las quesadillas de cazón, pasando por filetes capeados de pescado, pulpo en su tinta y alambres de mariscos. Con esa comida, cerveza muy fría y pulque los fines de semana, éste pequeño local ha logrado imprimir un sello propio en el gusto de la comida rápida del Centro Histórico con buena fortuna, mucha calidad y mejor sazón.

Es especialmente recomendable el taco de pulpo en su tinta, que está muy bien limpiado y tiene un toque como de casa de la abuela.

En resumen, si estás por el centro, tienes prisa o quieres algo diferente y sin complicaciones, El 7 vidas bien puede convertirse en uno de tus favoritos.