Imagínate un lugar donde pienses que en cualquier momento aparecerá una princesa Disney cantando seguida de un séquito de platos o una cena con señoras vestidas al estilo del S. XIX. Pues bien, ese lugar existe (sí, sigue en pie) y está ubicado en el casco colonial de Polanco.

Casa Hevia parece salida de un cuento de hadas: ventanales enormes, piso de madera, una barra bar entre las paredes rústicas y un candelabro gigante alumbra todo a su alrededor como si fuera el momento en que un hechizo se rompiese.

Amamos casa Hevia, porque todos queremos comprometernos ahí y la comida está de otro mundo. Para comenzar, la morcilla de arroz servida en una fina vajilla está riquísima y satisface nuestros instintos carnívoros. El jamón Ibérico también es una sabrosura, mucho más suave.

Una de las características de este lugar, es la comida de pueblo (comida española) y constituye los platos fuertes de la casa. Te recomendamos los calamares a la andaluza: calamares rebosados y fritos acompañados con limón y un toque de aceite de oliva. Otro plato de pueblo es el completo de chorizo: chorizo, papas a la francesa y huevos. Ideal si quieres tener la energía de tres días en uno sólo.

Ahora bien, el rey de la casa es el Cachopo de res: filete de carne, queso manchego, jamón serrano, servido con papas y chile. La milanesa de filete y el troceado de solomillo con papas y pimientos, son dos ricas opciones que no te puedes perder.

En fin, Casa Hevia te ofrece comida española a la carta en un espacio que parece sacado de una película de fantasía.