Por: Georgina Hernández

El café es una bebida que poco a poco ha ganado espacio en el corazón de todos los chilangos. La tendencia de cafeterías de especialidad ha crecido, de ahí que la oferta y sello distintivo de cada lugar, sea el punto medular a la hora de querer emprender en este tipo de negocio.

Cardinal Casa de Café es un negocio redondo en donde cada detalle está cuidado. De acuerdo con sus dueños, Paul Torres, Edilberto “Shak” Zapata y Alejandro Martínez, su concepto emula a las antiguas casas de café o tabernas del pensamiento en donde políticos, poetas, músicos y demás personas se reunían para tomar esta bebida.

Aunque tienen granos originarios de Oaxaca, aquí el especial es el que viene de Nayarit y que utilizan para las bebidas a base de espresso. Es un grano amigable que utilizan para introducir a los clientes al mundo del café pues su sabor no es tan ácido.

“Queríamos un café que nos distinguiera y que a su vez, diera a conocer una región que normalmente la gente no sabe que lo produce. Es un grano que crece a una altura media, tiene un perfil similar al de Oaxaca por lo achocolatado y tiene muchos frutos rojos”, comentó “Shak” Zapata.

Para entrarle a esta parte de su propuesta, hay que pedir el affogato que consiste en dos bolas de helado con shot de espresso; y aunque normalmente esta bebida va con helado de vainilla, en Cardinal tienen una presentación con uno de sabor mazapán que vale la pena pedir. Es una mezcla cremosita en la que aún se perciben los pequeños trozos de cacahuate que contiene el helado artesanal.

La introducción al mundo del café la completan con los métodos de extracción que utilizan para personalizar las bebidas. Para obtener una taza dulce y con notas un tanto caramelizadas, usan los métodos de goteo como dripper y chemex; mientras que para una de cuerpo completo, emplean los métodos de inmersión como el aeropress o la prensa francesa, en los cuales los granos están en total contacto con el agua durante todo el proceso de filtrado.

Además, para los amantes de las bebidas frías, ofrecen el cold brew en versión natural, solo con café, o con la receta de la casa llamada Gallo Negro, que es una infusión en frío que lleva piloncillo, chocolate y chile, y se deja reposar durante 12 horas para después servirse en un vaso grande con hielos.

“Lo que queremos con este lugar, es que la gente venga a pintar, jugar, leer, trabajar o platicar, y cree toda una experiencia alrededor del café”, finalizó Alejandro Martínez.

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