Cuando decimos Argentina automáticamente se nos vienen dos cosas a la mente; Messi y ricos cortes de carne. Y es que su cocina se equipara a su nivel futbolístico. Arrabal Echegaray es acogedor y rústico, totalmente familiar. Lleva a los pequeñines, su área de juegos supervisada es perfecta para que se la pasen bien mientras esperan a los adultos.

Si eres de los que fuman, buenas noticias, también tienen un área para ti. Ve con grupos grandes, el espacio se presta para convivir y tener una tarde agradable.

La carta es extensa y hay para todos los gustos. Obviamente te recomendamos la carne; la picaña y el churrasco. También puedes pedir una parrillada que trae un poquito de todo. Acompaña estas delicias con unos espárragos a la parrilla, espinacas a la crema o papa al horno. Y no te vayas a olvidar de las entradas, unas empanadas, un queso fundido o una provoleta a la parrilla.

En caso de que tengas ganas de pasta, pide los ravioles artesanales; rellenos de queso ricotta con espinaca y preparación al gusto, simplemente deliciosos. Milanesas, pollo y pescado, no, no es una porra, son las demás opciones de la carta.  El salmón en salsa de cítricos y el filete al ajo arriero están de rechupete. Ya sea que quieras cuidar la línea o que no comas carne, prueba una de las ensaladas, pueden ser para compartir o individual; la arrabal es la estrella.

Si por un momento creíste que no habían pizzas, te equivocas. Lo bueno es que hay de dos, al horno o a la parrilla. La napolitana y la de cuatro quesos se llevan las palmas. Otra cosa común en los lugares de comida argentina es el vino y aquí no se quedan atrás, pregunta a tu mesero cuál va mejor con tu comida.

Termina el festín con algo dulce. Ordena el tradicional alfajor o strudel de manzana; los postres flameados son un básico. Este lugar está tocado por la mano de Dios de la forma correcta (cof cof Maradona) y debes visitarlo al menos una vez en tu vida.