Entre cantina y restaurante, mantiene una cocina tradicional mexicana con un servicio muy atento. La especialidad de El Amaranto es el cabrito, pero en su carta también ofrecen otros platillos, como la lengua a la veracruzana, machitos y sopa de médula, además de vísceras, tampiqueñas, pescados y mariscos, con sabores excelentes.

Toda la materia prima que utilizan en la elaboración de su comida es fresca y de calidad. Entre semana hay un menú ejecutivo. Su servicio de bar ofrece aperitivos, digestivos, toda clase de destilados, vinos y coctelería clásica. Sus carajillos (café con un destilado) son buenos.

La decoración es la de una típica cantina, con mesas de madera con espacio a los costados para poner el trago y así no estorbar el juego de dominó, cartas o cubilete. Y, sin embargo, el ambiente es bastante familiar. De martes a viernes de cuatro de la tarde a nueve de la noche hay música pop en vivo.