¿Por
qué nos molesta?

Porque no importa que tan protagónico seas, no vas querer este tipo de reflectores encima de ti. Un grupo de meseros que te cantan las mañanitas como si de verdad les diera gusto que el "día en que tú naciste cantaron los ruiseñores". Cantan mal, toda la gente te mira, generalmente el pastel con la velita no es rico y algunos hasta se atreven a hacerlo en italiano.

¿Qué
hacer en estos casos?

Diles la verdad: para cantar las mañanitas, sólo Pedro Infante. La otra, si es que te parece el acto muy insoportable, es que justo en el momento en que ves la estampida meseril acercarse a tu mesa, te pares al baño. Sin festejado no hay mañanitas.