Chateau Tour de Mirambeau 2007 vs. Piedra del Sol 2007

México
salta a la cancha con todo; Piedra del Sol 2007 es un vino de Baja
California, 100% Chardonnay, del afamado Hugo D’Acosta, y en ese año se
produjeron sólo 3,732 botellas. Por Francia, un blend de Semillon y
Sauvignon Blanc directo desde Burdeos, un vino que busca romper un poco
las tradiciones francesas.


Rápidamente el del viejo
continente comienza a dominar el encuentro con una nariz muy expresiva,
a diferencia del mexicano que se siente muy cerrado en cuanto a aromas.
El vino de Burdeos suelta aromas muy frescos que se perciben desde
lejos a lima, piña, flores blancas y pasto, también huele un poco a
masa de pan; en cambio, al de Baja California cuesta trabajo
encontrarle el olor predominante a piedra mojada
y otro por ahí a dulce
seltz soda.

Hacia el final, al probarlos, los dos se
quedan cortos… no definen. El Chateau Tour de Mirambeau es ácido, muy
fresco y con sabores a carambola (la fruta), hierbas frescas y saladito
de mineral; tiene un tostado al final y en general como que le falta.
Pero el Piedra del Sol se muestra un poco más débil que su rival, con
una acidez extrema que parece de piña casi verde y que tapa cualquier
otro sabor que pueda tener este vino.

Al medio tiempo Francia 1-0 México.

El primer tiempo
termina con una ventaja mínima para Francia, que presentó un vino que
es agradable tomar, mientras que el de México cuesta trabajo.

El
Piedra del Sol se consigue en tiendas especializadas e internet en
$350, y el Chateau Tour de Mirambeau cuesta $380 en el Club del Gourmet