(¿Cuál es el colmo del forevereo?)

La fiebre por las bandas de niños uniformados pegó duro en México. No nos bastó con la invasión española de colores cantantes; acá pusimos nuestros propios puntitos poperos. Lo malo es que, más de 25 años después, mientras los de Parchís ya perdieron brazos, tuvieron hijos y se volvieron grandes, acá nomás no se termina la partida de este jueguito: alguien creó la La Nueva (pirata) Banda Timbiriche. Ya supérenlo.