¿Cómo se aguanta un maratón de música, baile y experiencia auditiva intensa de 12 horas? No sólo con la mejor actitud. También hace falta combustible.

Con ello en mente, el festival Nrmal invita año con año a propuestas que hacen tan sencillo como disfrutable transitar del medio día a la media noche. Para esta edición, quienes buscaron en #CocinaCentral opciones para el munchies se encontraron lo mismo con las infaltables opciones taqueras que otras menos frecuentes en festivales musicales.

Los fanáticos de las delicias envueltas en tortilla tuvimos desplazamientos frecuentes a Tizne, para darnos alguno de sus tacos al humo de brisket o de costilla, y una que otra aparición en los foodtrucks que llevaban tacos especiales para probar un taco de suadero con cerveza en Rockin’ Taco, y en Santoku, un Takeshi San, de cerdo con salsa de chile asiático y ensalada Chilanga –piña, cilantro y cebolla–, o sea, una variante divertida y efectiva del taco al pastor.

De las opciones poco frecuentes en un festival, sin duda son los Quesuaves, con platones con cinco tipos de quesos, hummus, mermelada y galletas –también podía escogerse una opción menos “dulce”, con totopos, frijoles y requesón–, que si acompañamos con un tinto de Fluxus –están justo al lado, como sugiriendo el maridaje sin decirlo abiertamente–, lo habremos hecho muy bien. (Tip: prueben temprano el vino blanco, solito, que se acaba primero. ¿Será que también ustedes querrán apariciones frecuentes de esos vinos de Valle de Guadalupe en tooodos los festivales después de probarlos?)

Este año hay también café preparado con métodos artesanales a cargo de Café Local, con el que además de estar consintiendo al cafetero interno, estaremos apoyando a comunidades mexicanas productoras del grano. Y para el munchies dulce: un Sangre Europea –arándanos, vino tinto y vodka– de Helado Obscuro.

Entre nuestros planes de hoy: sí, sí, ver a la bandas, pero también probar un choripán de Gadus, una hamburguesa de lentejas de Parrichicos (la opción veggie del festival), una gordita de Primario, una marquesita de queso bola con mermelada de jamaica, y algún otro postre de Dorsia –ojalá encontremos pastel de nutella y tin larín. ¿O tomarse una Honkers Ale con toques de caramelo o una Sofie de sabores cítricos contará como postre?

¡Nos vemos al rato en la zona de foodtrucks! Ah, y estén al pendiente del pequeño escenario que hay en el área, porque de pronto vocean al micrófono promociones que vuelven la gula aún más tentadora.