El agave no deja de sorprendernos. Cualquiera diría que todo se ha dicho sobre los destilados que se obtienen gracias a los botánicos en las piñas de esta planta pero no. Te presentamos el refino, un destilado que está abriendo los codos para hacerse un espacio entre la oferta de sus primos tequila y mezcal.

Este destilado de agave espadín se produce, en cantidades reducidas, en Morelos. Existen alrededor de treinta productores de refino en esta región, de los cuales solo siete forman parte de la marca colectiva donde se estipulan las regulaciones del proceso artesanal, nos explicó Alejandro Mojica de Refino Araxo en la presentación de este destilado en la ciudad.

Para obtener el Refino también se utilizan piñas de agave una vez que este llegó a su madurez. La diferencia es que estas se cuecen en hornos de mampostería y luego se fermentan en tanques de acero inoxidable. Luego, se destilan en alambiques (también de acero inoxidable). El líquido se puede embotellar joven o después de un proceso de maduración en barricas de roble americano.

De ahí, su clasificación:

Blanco: Refino joven, sin añejamiento.
Maduro: 3 meses de añejamiento
Reposado: 3 meses a 1 año de añejamiento

El favorito depende de tus gustos: si prefieres las notas avainilladas de la madera ve por el maduro o el reposado y si quieres conocer una nueva cara del agave espadín, el joven es lo tuyo.

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Refino

Si es la primera vez que lo tomas, pruébalo solo. También puedes acompañarlo con algunos cítricos (naranja, fresa, guayaba o lima).

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