Tras la Revolución
Mexicana, se busco enfatizar los estereotipos mexicanos, para recuperar el
sentimiento nacionalista que se encontraba, en cierta medida, perdido. Como
parte del programa nacionalista los nuevos gobiernos promovían el orgullo hacia
los platillos tradicionales. Las masas tienden a imitar las actitudes que están
de moda, así que funcionó, pues hasta la fecha la gastronomía es un orgullo nacional.
Tras cien años de vida independiente, durante los
cuáles fueron recurrentes las invasiones extranjeras, los mexicanos ya sabíamos
quiénes éramos, nuestros cuestionamientos culturales ya no estaban rodeados de
inseguridad, habíamos aprendido a reconocer cuando lo ajeno no encajaba con
nosotros (sin importar que viniera de Europa) y a reconocer lo propio como
bueno. Manuel Payno vivió justamente en éste siglo y su pensamiento refleja la
mentalidad nacionalista de la época ‘La sociedad dice que el chile, las
tortillas, los chiles rellenos, las quesadillas son una comida ordinaria, y nos
obliga a tomar un pedazo de toro duro por que tiene nombre inglés’
(refiriéndose al roast beef).
Cuando algo nos enorgullece queremos darlo a conocer, por lo mismo la gastronomía
es un tema muy recurrente en el "Cine de Oro" mexicano.