Pasó lo peor. Veníamos con expectativas. Algunos ya andábamos
enfiestados, viendo a Alemania en cuartos de final. Pero nos pegó la
realidad.

Algunos puntos a reflexionar:

Aguirre volvió a plantear mal el partido desde el inicio. Perdió 45
minutos con el Bofo en la cancha.

Luego hizo mal los cambios: El Guille jamás puede ser la solución a
nuestros problemas.


El árbitro se equivocó. El abanderado también. Error garrafal, sin duda.
Pero no son los únicos culpables.
El Tri se deshizo después del error.
Lo que siempre ocurre: se las ven negras y no se levantan. Aviéntenme
una piedra, pero deberíamos aprender de los vecinos del norte. No nos
podemos caer a pedazos cada que algo va en nuestra contra.

Los jóvenes prometen. Chicharito, Juárez y Barrera sacaron la cara por
los nuestros. Ellos sí jugaron parejo. También Salcido, el único de los
‘rucos’ que estuvo al nivel.

Argentina no trae tan buen equipo. Hicieron un partido inteligente y
aprovecharon los errores de la zaga. El tercer gol fue magistral.

Hubo un retroceso. Se le compitió más a los gauchos en 2006. Cierto,
íbamos parejos hasta el error del árbitro, pero tácticamente los
desdibujamos. Al final ya no había posiciones, sólo un equipo de niños
de escuela corriendo detrás del balón.

En fin, así lo vi. Se necesita un quinto árbitro para checar las áreas y
evitar estos errores.
México regresa con resultados mixtos. Se clasificó por quinta ocasión a
octavos. Pero faltó dar el siguiente paso.

Este partido se perdió martes pasado, contra Uruguay. Mundial
desnivelado, el nuestro: cuatro partidos, cuatro goles. En contra seis.

Sigamos con nuestras vidas. Brasil 2014 nos espera.