Luego del pecado viene la penitencia. Mejora tu digestión, purifícate y no esperes a noviembre para estar en forma. Recuerda que los meses pasan rápido y si sigues acumulando gramos, enero será un calvario. Aquí solo algunas de las mejores ensaladas de la ciudad. Ojo, hay más, esta es sólo la primera entrega.

Lechuga y nueces

¿En dónde?

Fresco by Diego

El local por si solo es una invitación a pasar un largo rato en la banqueta viendo pasar gente y disfrutando de una tranquila esquina condesera. La cocina es sencilla y honesta, ninguna locura ni pretensión extraordinaria, simplemente buena comida, preparada con buena técnica e ingredientes frescos. La simple y deliciosa ensalada de lechugas, manzana y nueces, puede hacerte el día, y no necesita aderezos calóricos.

Frescómetro: 7 de 10 tomatitos por su sabor y sencillez.

Foto: Ulterior Epicure

Lechuga y salsa de queso

¿En dónde?

Dominga Condesa

Prepárate porque esta ensalada parece plato fuerte, la idea es muy simple, cuartos de lechuga con aderezados con una pecaminosa salsa de queso roquefort que te hará adicto y limpiar el plato. Ojalá tu mamá te hubiera preparado esta ensalada de chiquito, se hubiera ahorrado muchos problemas.

Frescómetro: Por supuesto de light no tiene nada, 5 de 10 tomatitos.

Foto: Ashruti RK


Lechuga y king crab

¿En dónde?

Oca

Esto es elegancia. El plato está confeccionado con todo cuidado en los detalles, cortes y sazón. Centollo (King Crab) con sencillos brotes de arúgula que por su juventud no son amargas. De pronto un toquecito ácido, otro dulce y un final aromático que brinda el aceite de olivo.

Frescómetro: Aunque rica, le falta verdura para ser verdaderamente dietética. 8 de 10 tomatitos.

Lechuga y jitomates “urbanos”

¿En dónde?

Pujol

¿Quién es el rey?, ¿Quién se las puede gastar así?. Nadie como Olvera para poner los puntos sobre las ies y de paso innovar. La historia es ligeramente más larga. Resulta que se unió a la iniciativa de sembradoresurbanos.org y montó su propio huerto en la azotea del Pujol. Ahí cultiva y cosecha una buena cantidad de verduras y hortalizas. El resultado, una deliciosa ensalada de jitomates orgánicos de curiosas formas y colores. Con esto queda en evidencia lo chilangos que somos y los lejanos que estamos del campo. En efecto, los jitomates no son todos rojos.

Frescómetro: Nunca has probado algo así. Ni hablar, 10 tomatitos de premio.