La Tamalería Nativitas, ubicada a cuadra y media de la Calzada de Tlalpan, es un referente obligado para los vecinos de la colonia, quienes hacen enormes filas— sobre todo en el Día de la Candelaria— para saborear su tamal favorito.

La espera vale la pena y se ve recompensada por una variedad difícil de igualar por otra tamalería.

Desde hace 14 años, Beatriz Gómez y su familia han experimentado con diversos sabores, incorporando a su carta combinaciones tradicionales de diferentes regiones de la República mexicana.

Beatriz recuerda que en su casa, el tamal chiapaneco de diferentes sabores era un protagonista en la mesa, espíritu que trató de imprimir en el negocio. Sin embargo, el tamal chiapaneco no es el único de la carta: también hay de Veracruz, de Yucatán y el famoso tamal oaxaqueño, además de estar constantemente buscando nuevos sabores para incorporar a su ya extensa carta.

Entre las variedades que ofrecen están los de calabacitas con queso, champiñones con rajas, chicharrón, de pipián, de chipilín y de verdolagas con carne de puerco.  Uno que es uno de sus orgullos y que siempre recomiendan es el yucateco, hecho con carne de puerco estilo cochinita pibil. También llegan a hacer especiales de temporada, por ejemplo el tamal de calabaza en tacha para las fiestas de Días de Muertos. Para los que tienen antojo de un tamal dulce, la carta también es bastante diversa: hay de fresa con queso, de cajeta, de naranja, de pasas, de zarzamora con queso y también de chocolate.

Y como el tamal no se baja solo, la carta ofrece atoles de sabores como mamey, chocolate o cajeta, mismo que venden por vaso de diferentes tamaños, o si tu tamaliza en casa es muy grande, lo puedes encargar para que te lo vendan por litro.

A decir de Beatriz, una de las cosas que más ha favorecido que la gente haya aceptado tan bien estos sabores de tamales, es que en la Ciudad de México hay muchos habitantes de otros estados. “A ellos les gustan tanto que hasta llevan de aquí para su tierra, esa es la mejor publicidad, la que nos hace la gente de boca en boca”.

Otra de las cosas que hacen curioso a este lugar, es que para garantizar la frescura de los tamales y ante la alta demanda de los clientes, salen dos tandas al día: la primera, a las 8 de la mañana, y la segunda, a las 5 de la tarde.

Ya sabes: si buscas tamales poco usuales, este lugar que reúne bajo un mismo techo los sabores de varios estados de la República Mexicana, haciéndole un merecido homenaje a uno de los platillos consentidos de nosotros los chilangos.