Platicamos con Ray Goyenechea, director de Mercadotecnia del grupo dueño de Hookah Lounge, quien nos contó toda la historia de este lugar en donde todos alguna vez fuimos a fumar hookah.

La historia de Hookah

Hubo dos dueños fundadores en este bar, uno de ellos fue Uri Boltvinik y Gabriel Behar, este último fue esencial porque fue quien después de viajar a Israel trajo la idea de las pipas. Para fortuna de Gabriel, su abuela tenía un edificio muy bien ubicado en la Condesa y pensó en abrir un concepto así en la Ciudad de México.

Gabriel salió de la universidad en 2002 y abrió su “localito” con 10-15 mesitas, en donde vendían la experiencia de fumar pipa, tomar cervezas y beber un par de cocteles y echar botanitas. En ese año inauguró oficialmente Hookah Lounge.

Dos años después Ray Goyenechea se acercó a Gabriel y a Uri para apoyarlos en la parte de comunicación audiovisual. Como el proyecto todavía no jalaba en su totalidad le dijeron que armara algo para 2006. Ray recuerda los bonches de CDs y DVDs que dejaba en el bar para poner música y proyectar algo mientras la gente bebía.

Hookah siempre se distinguió por ser muy creativo, innovador y tener buen gusto. Además de traer muchas pipas diferentes y sabores de tabacos.

Llegó la mixología

El par de coctelitos que surgieron en el 2002 fueron creados por Carlos Boquete quien incursionó en el mundo de los cocteles de la mano de este bar. Ahora Carlos cuenta con una empresa de mixología llamada Spirit martini solutions y su sello sigue plasmado en cada coctel que se prepara en el bar.

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¿Qué parte de hookah no conoce la gente?

La comida es fusión árabe mexicana. Confieso que yo en mis tiempos de hookah jamás pedía nada de comer y me iba directo a fumar con un traguito pero en mi última visita la comida me sorprendió muchísimo. Podría decir que es lo mejor del lugar.

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Me eché una mesa árabe que traía tabule, kipe bola, hummus, aceitunas kalamata y un jocoque fresco (que estaba para comerse solito), fue entonces que me enteré que todo es hecho en casa. Hasta el pan pita lo hornean exclusivamente para hookah y menciono el pancito porque viene crujiente, espolvoreado con bastantito zaatar y ajonjolí… ¡Rí-cu-ra!

Cuando abrieron tenían pocos platos pero con el tiempo se fueron dando cuenta que el espacio podía convertirse sin problema en un antro con toques de restaurante. Después de los tres primeros años cerraron un par de meses y aprovecharon para enriquecer el menú.

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Fórmula perfecta

Después de la expansión de Hookah Lounge llegaron más Hookahs a la ciudad. En 2009 abrieron Hoookah Santa Fe y en 2012 Hookah Satélite que tenía un nicho de mercado buenísimo con gente que llega de Coacalco, Lomas Verdes, Satélite y Zona Esmeralda.

Secretitos

Ray nos contó que Belinda y la vocalista de Belanova eran clientas asiduas de Hookah, pedían reservar el área privada para ponerse de fiesta con sus amigos. La que todavía va echarse sus traguitos es Dulce María.

¿Qué pasa hoy con Hookah Lounge?

Un jueves cualquiera nos lanzamos a Hookah Lounge para chupar, fumar y comer. Pedimos la Hookah bendita, la mesa árabe y unos cocteles. Nuestro favorito fue por mucho el Pulple Rain, un trago color azul con morado que no es otra cosa que una perla negra con sabor a zarzamora.

Los martes hay noches de karaoke y los jueves hay twerking, lo malo fue que en todo el tiempo que estuvimos sólo llegó una mesa y nos prometieron una noche loca de twerking que nunca llegó. Incluso invitamos a un amigo y se pusieron mamomes con él en la cadena aunque adentro sólo estábamos nosotros.

Acá algunas quotes de gente que fue a hookah en sus buenos tiempos:

“Cuando iba en la prepa me sentía “cool” por poder fumar narguile ahí y poder chupar al mismo tiempo” Alan Amper

“Eran súper mamomes en la cadena pero era el lugar de moda y todos nos aguantábamos con tal de entrar a fumar chupar y farolear fumando hookahs. Y como estaba siempre oscuro, podía manosear a mi novia de aquél entonces aguuuusto” Jorge Mireles

“Me daba asco que después de un rato, cuando ya andábamos pedos se nos olvidaba cambiar los taponcitos de la manguera y era un coctel de babas” Miriam Díaz

“Fue el primer bar al que salí en toda mi vida” María José Alegret

“Yo iba cuando tenía antojo de fumar esa madre” Castor

Hookah Lounge
Campeche 824, Condesa
5264 6275, lun-sab 13-2 h; dom 13-23:30 h
$ promedio: 250, tc: todas

¿Y tú, qué historias recuerdas en el Hookah?

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