Independientemente de ostentar el título de la cantina más vieja de Coyoacán, El Frontón es como una máquina del tiempo. Detrás de su vieja puerta de madera, que se ha abierto de par en par desde 1946, se esconden anécdotas dignas de eternizarse en libros, cervezas de barril y mezcales para pasar buenas tardes junto a sus ventanas, y una carta de comida que instaló a las ocho regiones de Oaxaca sobre sus mesas.

Entrar al lugar amerita dejarse llevar por las leyendas que de él se cuentan, y que no son pocas. Dicen que Frida Kahlo llegó a frecuentar el sitio; tanto para echarse sus tequilas, como para sacar de la fiesta a Diego Rivera. El famoso actor Emilio “El Indio” Fernández también era cliente frecuente y solía platicar allí con los vecinos del antiguo barrio del Carmen.

Cantina El Frontón en Coyoacán

Foto: Ollin Velasco

Después de 71 años (y cientos de almanaques deshojados a punta de brindis) todavía hay clientes nostálgicos que extrañan los tiempos en que El Frontón servía pulques y botanas de cantina. No obstante, una nueva ola de comensales se ha vuelto fan de su comida hecha al momento, como la tlayuda oaxaqueña (con cecina y mucho, mucho quesillo), la de chapulines, así como sus órdenes de chalupitas crujientes de la casa con guacamole.

Tlayudas, chapulines y mezcal en El Frontón

Foto: Ollin Velasco

La nueva versión de este negocio tiene promos de tragos todos los días. Le muestra el mundo de destilados como el sotol y la bacanora a los arriesgados que buscan más que las “cubas” de siempre. También ofrece sopas típicas sureñas, al igual que tacos de pollo en mole negro, a todo el que llegue con hambre y antojo a sus mesas tapizadas con costales de café, o con fotogramas ampliados de películas de la Época de Oro del cine mexicano.

El Frontón es el lugar al que debes ir si tienes antojo de echarte un trago. Hay música de todo (a volumen decente) y estarás rodeado de modernos murales. Para picar puedes optar desde los típicos deditos de queso, hasta platillos más complejos como el mole amarillito, oriundo de la mismísima tierra de Benito Juárez. Todo, a precios razonables.

Mezcalito en El Frontón

Foto: Ollin Velasco

Si vas a visitarlos, que sea con el estómago vacío, el hígado con buena disposición y el tiempo suficiente para detenerte a leer la historia que sobrevive en sus paredes. Con un curado de pulque en mano, igual y hasta descubres por qué todos aseguran que Frida y Diego estaban tan encariñados con la mesa del rincón, que está al lado de la entrada.

No tardes en conocer El Frontón y sus jueves de jazz en vivo.

¿Dónde?

Aguayo 49B, Del Carmen, lun-dom 13-2 h.