Aunque en la ciudad se están poniendo de moda los comedores, ninguno es tan guapachoso como el de Los Milagros. Situado frente al mercado de Medellín, este lugar demuestra a través de siete cocinas de distintos países —y una barra—, que entre las mejores cosas que sabemos hacer los latinos están comer y beber.

Al entrar uno sabe que está en casa. Los dos niveles rebosan de detalles tradicionales y modernos que transportan a una latitud distinta. Sus paredes y techos cuentan historias con cada artesanía, mientras que sobre sus mesas los platos se engalanan con lo más rico y representativo de Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay, Perú, Venezuela y México.

Foto: Comedor de los Milagros

Ásame Mucho vende cortes argentinos y tiene una especialidad en ojo de bife; a Meu todos llegan por las espadas brasileñas y la feijoada de sábado; Valderrama sirve una de las delicias más representativas de Colombia: la bandeja paisa; en Al Chile encuentras todo lo que viene en la carta de tu taquería favorita, pero con un toque gourmet.

A su vez, Agárrate Catalina es conocida por su chivito uruguayo —que en realidad es un sándwich—; en Lima Mía encontrarás almejas y ceviches peruanos de agasajo, y en La Carajita lo más rico de Venezuela viene en forma de patacones, tequeños y arepas rellenas.

Foto: Comedor de los Milagros

A la carta de drinks le metieron mucha cabeza y corazón. Varios están hechos con licores nativos y todos, absolutamente todos, tienen un toque del país al que representan. Ya sea por alguna fruta o simplemente la presentación.

Con todo y que la comida y bebida son preparados con ingredientes y manos latinoamericanas, quizá una de las mejores cosas de este sitio sea su ambiente. Ahí ya no importan las banderas. Lo esencial es pasarla bien y para eso cada anfitrión se pinta solo.

Foto: Comedor de los Milagros

En el Comedor de Los Milagros suceden muchas cosas. Puedes escuchar vallenatos o unas de Juanga, marearte tantito con un buen vino, llegar al fondo de un platón de ajiaco o hasta ver jugar a Messi con mascota en mano. Pero lo más importante es que te darás cuenta que los latinos no somos comelones nomás porque sí. Lo que pasa es que sabemos lo que queremos.

¿Dónde?

Medellín 221, Roma, dom-mié 12–23 h, jue-sáb 12-2 h, tc: todas.