De todas las combinaciones que podíamos escoger, nos inclinamos por la más básica: pasta, jitomate, queso y albahaca: El comienzo de toda buena pizzería.Luego, elegimos lugares que las cocinaran en horno y que gozaran de popularidad entre los colonos. Estos fueron los comentarios.

Don segundo

En una ciudad que se debate entre las terribles franquicias de fast-pizza y los restaurantes italianos über-fancy-cumplidores-que duelen en la cuenta, Don Segundo es un oasis.

La relación calidad-precio es maravillosa (entre 80 y 150 pesos, según la especialidad); los ingredientes que usan son notablemente buenos y frescos y ofrecen –en general– una muy buena pizza.

El local es minúsculo pero, si vas caminando sobre Medellín, es imposible que no te detengas: su estela con aroma a pizza recién horneada es un imán de glotones: Puedes comer pizza por rebanada pero, si piensas darte un atracón, las dimensiones del lugar quedan cortas y será mejor pedir a domicilio o para llevar.

Además de pizzas hay ensaladas, calzones, baguettes y —para honrar el origen su chef Gabriel Bourdin— empanadas argentinas. La ejecución de las pizzas es precisa: masa crujiente, salsa bien sazonada e ingredientes frescos de buena calidad. Sino estás en la Roma, pero sí en Satélite (donde todo cambia de nombre), puedes encontrar la misma sazón en su pizzería hermana: Lunfardo.
Medellín 27 (entre Puebla y Sinaloa, Roma), 5207 0158 y Circuito Economistas 23-A, Ciudad Satélite, 551663 0700

Mónica:La masa es fina, muy delgada y pasa suficiente tiempoen el horno como para salir crujiente. No hay desperdicio en las orillas, que tienen el beneficio de ser pequeñas y crocantes, cualidad perfecta no dejar evidencia de cuántas rebanadas llevas. Además se apegan a la historia: aquí la pizza Margarita se llama Napolitana, como en Italia –aunque no pueden negar su influencia argentina–; una gran experiencia de mozzarella, tomate, albahaca y aceitito de oliva.

Miguel: Ésta es la más fresca de todas. Los ingredientes se encuentran ahí, completos sobre la pizza y se agradece. Definitivamente la más crocante de todas; aunque, para un gusto más grasoso y garnachero, le falta ese último toque de suntuosidad.

Mariana: Mientras nos tragamos la culpa, concluímos que estas son las pizzas que se comen completas (una por persona). La masa es tan delgada que no sientes que estás ingiriendo carbohidratos en exceso. Las rodajas de jitomate enteras se agradecen.

Paloma: Es la pizza más grande y mejor presentada: viene con grandes rodajas de jitomate, buena cantidad de queso y albahaca. El sabor es muy bueno: no se siente grasosa y las rodajas de jitomate le dan una consistencia excelente; el pan es muy crujiente y delgadito.

Pedro:Una muy buena Margarita. Lo que más se agradece es la omnipresencia de los ingredientes: se notan en todo momento. El jitomate y la albahaca, tangibles en cada rebanada le dan frescura a cada mordida.

Juliu’s Pizza

Una de las pizzerías más tradicionales y más acogedoras de la del Valle. No más de diez mesas bajo una luz tenue, siempre ocupadas por comensales que gozan de las pizzas recién hechas de Juliu’s. De masa delgada y sabor muy italiano.
Pilares 60, Del Valle, 5575 9492

Mónica: Me gusta Juliu’s, con su media luz que nunca creo intencional y su estética –como de carretera gringa– llena de parafernalia vintage de Coca-Cola. Tienen grandes pizzas, por lo que es una pena que carezcan de Margarita en su menú, la más básica de ellas. Es como una heladería sin helado de vainilla. La más cercana es la de queso, a la que deberás ponerle aceite de oliva al gusto, pero, lo sabemos, sin albahaca no es lo mismo. Al parecer, para no sufrir decepción alguna, lo que aplica es pedir directamente la de pepperoni, una cerveza bien fría y disfrutar el lugar.

Miguel: Este clásico de la colonia del Valle decepcionó un poco. La textura de esta pizza no fue la mejor y el queso sabía un poco neutro. Me parece buenaidea pedirle a Juliu’s complementos (verduras y carne) para que su producto amarre bien y no dependa sólo del queso y la masa.

Mariana: Lo rico de Juliu’s es que su pizza no tiene tapujos para negarse italiana. Es grasosita, rica y con la ‘sazón’ que nos da un poquito de nostalgia, recordándonos sabores de la infancia.

Pedro:Por no ser Margarita como tal, los caballos de batalla de esta pizza son el pan y el queso.. Suficientemente graso y de sabor muy correcto.

Paloma: Supresentación no tiene ningún chiste, luce como si llevara varios días en el departamento de algún soltero. El sabor es totalmente equis, el pan es masoso y se siente un poco grasosa. En cuanto a tamaño y precio está al parejo que en pizzerías.

Pizzocoto

El lugar es perfecto para ir con amigos o en pareja, el ambiente es muy juvenil, en las mesas hay velitas y en las dos terrazas hay calentadores para hacerlo más acogedor. Hay una música pop-rock de fondo, muy agradable para platicar y disfrutar de una buena alcachofa con aderezo de quesos o de sus pizzas a la leña.
Av. Desierto de los Leones 5600, col Alcantarilla, 5425 4387

Mónica:Tenía mucha expectativa sobre estas y lamento que no se hayan cumplido del todo. A la vista prometía muchísimo: se veía el quesito gratinado, brillante, gracias a las gotitas de aceite y con su hojita de albahaca bien acomodada. Al primer mordisco fue evidente que el queso tenía ese no sé qué que comparten todos los productos industrializados. Ojo: eso no significa que sea mala. Aunque no sea sorprendente ni exquisita, es una pizza cumplidora, ideal para cuando estás echando la chela con tus cuates y no para cuando estás concentrado en el sabor de cada bocado. Quizá les quedan mejor las que gozan de mayor parafernalia, como la de alcachofa y queso, pero vale la pena que no descuiden las recetas básicas ya que, en la pizza como en la moda, es verdad que menos es más.

Miguel: Se siente un poco frívola. Le falta sabor y contundencia. En realidad esperaba más de ella. A final de cuentas, no me dio el sabor suficiente como para ponerla en mi top pizzero.

Mariana: Hay algo sospechoso en el queso de esta pizza (algo que no es mozzarella). De la selección fue la menos favorecida, pero no dejaría de pedirla.

Pedro:El sabor del aceite de oliva es notorio a cada mordida. Las hierbas le dan aroma y el pan es un buen ejemplo. Muy cumplidora.

Paloma:Es la pizza más pequeña, de presentación muy sencilla. Tiene suficiente queso, jitomate y un toque de albahaca. El pan está en buen punto, ni muy crujiente ni muy masoso. El sabor es bueno pero no excelente, se recomienda acompañarla con aceite y pimiento rojo triturado.

Rocco & Simona

Esta pequeña trattoria se ha posicionado muy bien en la escena pizzera del DF. Todo lo que preparan tiene un sello inigualable ahumado. Sus pizzas son muy diferentes y no encontrarás la típica hawaiana o de peperoni, acá el punto es experimentar. Definitivamente uno de los puestos pizzeros de mayor relevancia en la ciudad en este momento. Además, para una cita romántica está muy recomendable.
Virgilio 8, Polanco, 5281 4716.


Mónica:
Ya sea que las comas en su hábitat natural —que es en un mini local en la parte más agradable de Polanco (es decir, la parte del barrio conocida como Polanquito)— o en tu casa, estas pizzas son un alimento que merece ser saboreado. Pedir una Margarita suele ser una prueba de fuego para la calidad de los quesos de las pizzerías, y ésta la pasa muy bien. Si se vale decirlo, son muy italianas. Las preparan en horno de piedra y eso siempre será un plus porque la masa adquiere esos ligeros quemaditos que saben increíble. Las orillas son delgadas y están decoradas con un torcidito que da la sensación de comer palitos de pan luego de terminar tu rebanada. Hay otro distintivo: es una pizza aromática. Hay algo en la albahaca o, más seguro, en el aceite de oliva que usan que le da un toque herbal que se disfruta.

Miguel: La mejor. El queso resalta inmediatamente y sabe muy bien. Es tan delgada y crujiente que puedes comer rebanada tras rebanada sin detenerte y lo mejor es que no se siente pesada. Gran sabor ahumado, muy buena textura. Una gran representante de pizzas de barrio.

Mariana: El queso hace toda la diferencia. Se estira en largas hebras en la primera mordida, es abundante y delicioso.

Pedro:Sabor ahumadito, reconfortante. Se nota el cuidado que se tiene en el horno de piedra, buena cocción. Si bien le faltó presencia al jitomate, la albahaca –en conjunción con el excelente queso– la hacen un verdadero placer.