¿Cuál es el sacrificio?

Ingerir cantidades poco modestas de alcohol. Sí, sí, leyeron bien ¡emborracharse quema calorías! Fue una dieta que venía con publicación de libro y toda la cosa, en los setentas: “nutritiva y divertida”.

¿Por qué no funciona?

No hay mucho que decir, por más de que exista la leyenda negra de que con el alcohol se te mueren los bichos del estómago, nadie ha dicho nada de que queme calorías si lo ingieres en cantidades abundantes.

¿Cómo sería más fraudulenta?

Si alguna campaña de cervezas ligth la promoviera.