En casi todos los supers del DF se pueden conseguir los Black Swan, vinos australianos económicos que resultan muy buena opción cuando el presupuesto es limitado.

El Black Swan Shiraz 2008, de la uva característica de Australia, huele como a uno de esos chocolates envinados con una cereza adentro, lo que hace que no puedas esperar mucho para probarlo. Además, tiene por ahí unos aromas a pimienta blanca.

Lo mejor de todo es que sabe exactamente a lo que huele; es como darle una mordida a ese chocolate envinado con cereza que se antojo al principio; también sabe un poco a ciruela y al final como café bien agradable.

La verdad es que no es un “excelente” vino, pero como no le encontramos defectos resulta una buena opción por alrededor de $180.