Cuando hablamos de gastronomía mexicana es inevitable pensar en tacos, quesadillas, tostadas y demás delicias callejeras. Esos puestos nos han salvado de pasar hambre más de una vez, pero como siempre están ahí, pocas veces les damos la importancia que merecen. Por ello existen festivales como “México con las manos”, donde la comida de calle es la protagonista.

El fin de semana se llevó a cabo la segunda edición del festival en el Centro de Convenciones de Toluca, y como no podemos ignorar el llamado de la comida callejera, nos dimos una vuelta para probar todo lo que nuestro estómago nos permitiera. La tarea era difícil, pues había más de 200 alternativas provenientes de 16 estados del país. Así que hicimos “trampa” y les pedimos orientación a los especialistas en gastronomía y curadores del evento, Yuri de Gortari y Edmundo Escamilla.

Nada supera el sabor de una tortilla hecha a mano (Foto: Diana Féito)

Sopes de aceituna del Estado de México, gorditas de San Luis Potosí, asado de boda de Zacatecas y las marquesitas de Yucatán fueron las recomendaciones. Pero las opciones para olvidarte de los cubiertos eran vastas. Había montados de asado de Chihuahua; ceviche de carne seca y pan de pulque de Coahuila; gorditas de Hidalgo; uchepos y gorditas de quelites de Michoacán; mole de Oaxaca; quesadillas de maíz azul de Pátzcuaro; gorditas ferrocarrileras de San Luis Potosí; café de maíz y bocoles de Veracruz, por mencionar algunos.

Tostada de tinga de pollo (Foto: Diana Féito)

De todas las alternativas, nos sorprendió la popularidad de las marquesitas. Al parecer todos buscaban darle una mordida a ese delicioso barquillo cilíndrico relleno de queso holandés, pues la fila era infinita. Y cuando probamos el asado de bodas, hasta nos tararearon la marcha nupcial.

Nuestra curiosidad nos llevó a buscar el caldo de rata de San Luis Potosí, pero cuando dimos con el local, la cocinera Rosa María Mendoza nos dijo que el proveedor le había quedado mal. Así que nos quedamos con las ganas.

No nos dejamos abatir y seguimos recorriendo los puestos. Llenamos ese vacío con tacos de obispo de Tenancingo, una tostada de pata de Jalisco y uno que otro taco de carnitas de Michoacán.

Tacos de carnitas (Foto: Diana Féito)

Bajamos toda la comida con pozol, una bebida hecha a base de cacao y maíz tostado. Y gracias a la amabilidad de una persona (con la que convivimos en la eterna fila de las marquesitas), probamos las famosas “piñitas”, que a pesar de tener vodka y no un destilado mexicano, son la bebida típica de Tenango del Valle.

Pozol de Chiapas (Foto: Diana Féito)

Los precios eran accesibles, la comida estaba rica y la entrada no tuvo costo. No tuvimos que pelear por algún espacio en las mesas comunales porque había de sobra (algo que siempre se agradece). De lo único que podríamos quejarnos es de no haber ido más días para seguir probando cosas ricas, con las manos.

Tlacoyos de maíz azul (Foto: Diana Féito)

¿Dónde comer estos antojitos en la ciudad?

Si te dio flojera ir a Toluca y te perdiste el evento, como dirían los de Game of Thrones: ¡shame, shame! Pero no todo está perdido. Te compartimos algunos lugares donde puedes probar algunas de las cosas a las que les hincamos el diente:

Marquesitas en Fonda 99.99

Moras 347, Del Valle, 5559 8762, mar-sáb 13-20 h, dom 13-18 h, sólo efectivo.

Tacos de carnitas en Rincón Tarasco

José Martí 142, Escandón, 5277 2548, mar-dom 9-15 h, sólo efectivo.

Mole en La Poblanita

Luis G. Vieyra 12, Tacubaya, 2614 4707, lun-dom 09-20 h, tc: todas.