(Copia trasnochada)

Una noche de 1982 apareció en la NBC un tal David Letterman que hablaba y hablaba con un humor delicioso. Aquí, por el 95, apareció Adalberto Javier Ramones Martínez, quien licuó tics, bufones, monólogos, una “pesera del amor” y jocosa desfachatez. Su sonrisa fue eterna hasta que lo frenó el sistema: en 2000 debió bajar la cabeza y pedir disculpas a Abraham Zabludovsky tras haberlo parodiado. Adiós independencia.