Era muy común que en la época de nuestros padres y abuelosse armara un mega pachangón navideño, pues las familias eran mucho másnumerosas que ahora. Armar la mesa compartida era más sencillo, pues cada quiénllevaba algo simple y de poquito a poquito se armaba una mega comilona. Hoy seha vuelto un poco más complicado, pues hay tan pocas bocas a las cuales darlesde comer que acaba sobrando mucha comida; la ventaja de esto, es que no tendrásque cocinar hasta marzo, pues sobrará tanta comida que podrás comer recalentadonavideño durante meses enteros (aunque seguramente, y sin importar cuan afamadosea el caldo de camarón de la tía Pancha, lo terminarás odiando).

Por qué no cambiar la tradición un poco y lanzarte a unrestaurante a celebrar con tu familia esta navidad, la comida será excelente yno tendrás que levantarte con la cruda sorpresa navideña de que Santa Claus noles hizo el favor de aspirar la casa ni desmanchó los sillones de vino. Déjateconsentir esta navidad, aquí te presentamos unos lugarcitos donde lo hacen muybien: