Estar alejados de la vida godín, además de su amor por el café y diseño sustentable, fueron motivos suficientes para que Ana y Leo abrieran su barra de café en la San Rafael: Camino a Comala. Ellos son dos arquitectos que desde antes de llegar a esta antigua colonia, ya tenían métodos de extracción en su casa. En pocos meses armaron su rinconcito cafetero con material de reciclaje y huacales. Ahora después de un año, son referencia entre amantes de la cafeína.

Al grano

La estrella para el espresso es el grano de la variedad de typica y caturra que traen de una finca de Nogueras (Comala, Colima). El café colimeño es de cuerpo medio, con un perfil dulce de notas acarameladas, chocolate y almendra. Lo interesante es que, al tener rotación de café, nunca es aburrido. Hay que ir varias veces para conocer las novedades, los invitados frecuentes son Pólvora e Impetus, quienes siempre llevan granos de diversas regiones del país.

Para mitigar el calor prueba su Rulfo Tonic (cold brew con agua tónica y menta) o el affogato (helado de vainilla y espresso). Además de cafecito y pan, puedes pedir una chela artesanal con una pizza individual, una baguette o chapata. De las cervezas tienen El Portal (la IPA y Stout son mis favoritas), 19º, Seis Hileras y Cervecería Colima (su Lager nunca falla).

Barra café Camino a Comala

Foto: Raquel del Castillo

Un lugar perfecto para trabajar

Si eres melómano, Camino a Comala te caerá como anillo al dedo: Leo te presta sus vinilos de jazz y rock ochentero para que los escuches ahí mismo. Si te gusta ir a las cafeterías a leer, aquí puedes hacerlo sin distracciones. O si lo prefieres, hasta puedes hacer intercambio con lo que tienen en su pequeña biblioteca. Como aquí el tiempo pasa lento, no hay quien te moleste si es que decides llevar tu lap para trabajar sin interrupciones: los freelancers son bienvenidos.

Café para llevar de Camino a Comala

Foto: Raquel del Castillo

Llévate Comala a casa

Como parte de tu despensa puedes llevar café en grano o molido al momento, además de sal de Colima, perfecta para esas tardes de asador, o bien, para pescados y mariscos. También hay miel orgánica y mermeladas caseras que van bien sobre una rebanada de pan y queso maduro.