En poco más de un año Máximo Bistrot Local se volvió un restaurante que puede darse el lujo de cerrar diez días y dejarnos esperando, para regresar y tener un aforo completo.

El retrato de Eduardo García circula en revistas y periódicos y en una conversación sobre restaurantes del DF, el nombre del suyo siempre sale a colación. Con detractores y partidarios es el lugar que está, literalmente, en boca de la ciudad (o de esa parte que está interesada en la gastronomía).

Los principales argumentos no varían mucho: los detractores tienen sus dudas sobre el servicio (por no poder reservar una mesa o conseguirla en un horario incómodo cuando varios platos del menú, se terminaron) y los precios.

Que Máximo sea un restaurante costoso puede discutirse. En muchos otros lugares del DF hay platillos que van arriba de los $300 pesos. $300 que valen la materia prima (foie, hamachi, percebes, trufa). Además, a medio día, Máximo tiene un menú del día –y un brunch un domingo al mes– a un precio más accesible y varios platos (no todos) funcionan bien para compartir.

Si el costo es un problema, me remito a las sabias palabras de Jay Reiner (autor de El hombre que se comió al mundo): “¿qué precio tiene una buena experiencia?”. Es lo mismo en un restaurante bueno que en un concierto de tu banda favorita o en la final de tu equipo de fútbol. Y en Máximo el cheque promedio tampoco se vuelve obsceno.

Además, si a alguien le ayuda a dormir mejor, el compromiso del restaurante es que los proveedores sean locales (como los chinamperos de Xochimilco) y que todo se compre.

Que los platillos se acaban antes del último servicio es cierto (a veces se termina hasta el pan) pero sería un poco incoherente con el concepto del lugar (regido por las estaciones y lo local) que no fuera así.

Como partidarios del Máximo (y para colocarlo como uno de los nueve Orgullos Chilangos) lo que pesa en el lugar es la comida que inicia siempre con un dip de ceniza de berenjena (o de haba con queso).

Después hay entradas que abundan en mantequilla o algún ingrediente graso, por un lado, y ensaladas o productos del mar como los mejillones y el hamachi.

Una vez al mes, en domingo, puedes probar el pan francés: grueso y acompañado de una mermelada de frutas, bastante rústica o unos huevos con espárragos y un poco de aceite de trufa.

Máximo Bistro Local
Tonalá 133
Col. Roma Sur
Tel. 5264 4291