Como todos sabrán, el calor ya no es ni secreto ni cuestión de percepciones. Ya no se trata de los que se quejan o no… todos nos hemos quejado, todos estamos temerosos de la hora de dormir, porque sabemos que tendremos que dejar las ventanas abiertas -claro está, los que no contamos con aire acondicionado o ventiladores en el cuarto-. Yo no sé ustedes, pero yo… ¡MUERO DE CALOR! a lo que viene mi punto.

El verano estátocando a la puerta, molestando nuestro sueño, incomodando nuestras vestimentas elegantes, y peor aún, acechando el momento en el que espulgamos el closet hasta darnos cuenta que no nos queda más que ponernos algo súper playero, y he aquí el meollo del asunto.

Resulta que varios no estamos del todo… esbeltos… por decirlo así, entonces viene la preocupación por nuestro peso, apariencia, figura y comodidad… y les puedo confirmar que al día de hoy, el 80% de las personas a nuestros alrededores están ya implementando arduos régimenes alimenticios, estrategias friamente calculadas para contar puntos y calorías y eliminar todo tipo de comidas engordantes. Claramente lo primero que se tiene que ir son los postres… cosa que a todos nos tiene en el agobio total.

¡No se preocupen! porque el calor también tiene sus cosas buenas, por ejemplo, la abundancia de las frutas tropicales, que si han de saber, resultan uno de los alimentos más nutritivos y deliciosos a mi parecer.

Como es época de mangos, les dejo una exquisita receta de mousse bajo en grasa y azúcar con salsa de zarzamoras, cortesía de mi abuela. El tip estrella es que aunque no sea épcoca tropical, pueden acudir a los mangos enlatados en almíbar, que resultan ser, por irónico que parezca, bastante naturales.

Necesitan:

  • 10 mangos (o 2 latas de mangos en almíbar escurridos -no vayan a tirar el almíbar-)
  • 1 sobrecito de gelatina sin sabor
  • 2 botecitos individuales de yoghurt natural (el alpura es mi favorito, aunque no hay versión light)
  • Aprox. 30 zarzamoras
  • 1/4 de taza de almíbar

Lo que tienen que hacer es:

  1. Poner los mangos en mitades en la licuadora. Háganlo poco a poco para que todo suceda con calma y se licúen bien todos los mangos.
  2. Pasar la mezcla licuada por un colador de hoyos pequeños para eliminar las fibras de los mangos.
  3. Devolver la mezcla a la licuadora y agregar el yoghurt.
  4. Diluir la gelatina en un recipiente a baño maría hasta que quede casi completamente líquida. Una vez lista, agregar a la mezcla en la licuadora y hacer lo propio hasta que quede todo bien integrado (aprox. 2 minutos).
  5. Vertir la mezcla en un recipiente y colocar en el refrigerador hasta que cuaje si tienen mucho tiempo para servir, o en el congelador unas 2 horas aproximadamente.


Para la salsa lo que tienen que hacer es:

  1. Poner las zarzamoras en una olla pequeña a fuego alto y aplastarlas hasta que queden todas deshechas y comiencen a producir vapor.
  2. Agregar el almíbar y continuar aplastando y revolviendo todo hasta que quede casi como un pureé.
  3. Dejar a fuego lento hasta que las semillas suban.
  4. OPCIONAL: si desean pueden colar la salsa para que quede tipo mermelada, o agregar medio sobre de gelatina sin sabor para darle una consistencia de mermelada.
  5. Meter al refrigerador.

Si gustan de la experimentación culinaria tanto como yo, pueden colocar un sobre completo de gelatina sin sabor en la salsa, esperar a que cuaje el mousse y vertir la salsa sobre él, así quedará una especie de gelatina/mousse de 2 pisos de colores muy veraniegos.

¡Azúcar!