Porque sabemos que todo lo frito sabe mejor, te traemos una lista de nuestras engordaderas favoritas. Deja que el aceite corra por tus venas.

Quesadillas

¿Qué mejor remedio para la cruda que unas fritas de chicharrón prensado bañadas en crema y salsa verde? Las quesadillas son un sello mexicanísimo y nuestro pan de cada día. Para comer las mejores date una vuelta por La Casa de Toño (obvio) o por Doña Lucha en el Mercado de Coyoacán. Provechito.

Plátanos fritos

Este manjar es un comodín. Te los comas dulces o salados, le dan el mejor toque a tu comida. Después de un debate eterno de cuál es la mejor presentación, descartamos los plátanos fritos con arroz, con mole, en brocheta empanizados, con frijoles (sí, existe) y hasta con La Lechera para darle paso al campeón: los platanitos con crema. ¿Existe un mejor postre?

Churros

Nos referimos a los de comida. Nunca pensamos que la felicidad viniera en forma de tiritas fritas con azúcar. Las variaciones son eternas: rellenos de cajeta, de rompope (¿por qué alguien compraría esto?), de fresa, delgaditos y muy crujientes, gruesos y suavecitos, cubiertos de chocolate… Aunque su origen no es precisamente mexicano, es uno de nuestros consentidos. Ya estamos salivando.

Gorditas

El que pueda resistirse a los encantos de una gordita, que se retire del país. Como buena dueña de nuestro corazón, esta fritanga ha sabido cómo mantenerse en los primeros lugares. No solamente las hay de chicharrón, frijol o requesón, también las rellenan de pastor, barbacoa o carnitas. Échales un montón de salsa y disfrútalas como se debe.

Pambazos

Claro, existen los que comen la versión ”saludable”, pero aquí sabemos que lo que no está frito, no vale la pena. Los buenos pambazos llevan el pan remojado en salsa, después en aceite hasta dorarse y van rellenos de chorizo (frito, obvio) y papa. Es una bomba calórica, pero vale toditita la pena.

Tacos dorados

Tubitos de amor y colesterol escondidos entre crema, queso, salsa y lechuga. En cada mordida sientes cómo se rompe la tortilla y salen volando pedacitos fritos que no llegaron al final de la batalla. Si de algo estamos orgullosos es de los tacos y si algo es mejor que un simple taco, es uno frito.

Sopes

Como en todo, existe la opción de comértelos asados. Pero aquí no vamos a blasfemar, vinimos a hablar de los sopecitos fritos: uno de los meros meros mexicanos. Hoy vas a soñar con frijoles, lechuga, cebollita, queso, crema, salsa, pollo, carne y cochinita. Ten cuidado, puedes amanecer indigesto.

Totopos

Solos o acompañados, los totopos siempre nos salvan de la inanición. Con un poquito de limón y sal, con guacamole o con salsa, son la botana (o la guarnición) perfecta. Nuestros favoritos son los del Tizoncito. Van acompañados con los mejores frijoles que vas a comer en tu vida. EN. TU. VIDA.

Chivichangas

Ya sabemos que existe el dilema del nombre verdadero de esta joyita. Les explicamos: el original es chivichanga, pero como los gringos en todo se meten, ellos les dicen chimichangas. ¿Listo? Este burrito (de tortilla de harina) frito es más común en el norte del país, pero cuando lo encontramos acá, los chilangos nos volvemos locos.

Buñuelos

Presente en muchísimos países, los buñuelos son los favoritos de quien los coma. México no es excepción y, para nosotros, son el postre (o snack) ideal. En cada estado los comen diferente, pero nuestros favoritos son los clásicos: espolvoreados con azúcar. También existe la opción de bañarlos en chocolate o cajeta y, obviamente, es imposible no amarlos.

Panuchos

Cerramos con broche de oro. Este deleite yucateco es una tortilla frita rellena de frijoles con el guiso de su preferencia. Si nos preguntan, los mejores son los de cochinita. Para comerlos en la CDMX córrele a Fonda 99.99 o a Humbertos. Quien no crea que la comida yucateca es la mejor, no ha vivido.

¿Cuáles son tus favoritos?

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