Afortunadamente,este fin de año nos escapamos a la playa. En nuestro destino, Acapulco,la temperatura –como siempre– estaba muy agradable, entre 20 y 30 gradostodo el tiempo, con cielos despejados y el sol a todo lo que daba.
Enesas condiciones lo que normalmente se antoja es una cerveza bien fría;nuestra recomendación es variarle un poco y hacer la prueba con un vinoblanco o rosado frío. Ambos son los mejores aliados para combatir elcalor, ya que su mayor acidez hace que la boca salive más, ayudando asía disminuir la sed.
Además, muchos vinos blancos o rosados tienensabores más cítricos y frutales que los que podemos encontrar en lageneralidad de las cervezas y estos sabores también ayudarán a sufrirmenos en el calor.
Elúnico inconveniente es cómo mantener una botella lo suficientementefría debajo de una palapa con vista al mar. Si manejas la típicahielera de playa, ya estuvo. Otro problema son las copas, si lastienes a la mano, perfecto; sino, se vale tomarlo en cualquier vaso,lo que sí –de preferencia– que sea de vidrio, ya que el plástico lepega a los aromas y sabores del vino.
Superadas esas pruebas es hora de disfrutar de las bondades de estos vinos en la playa.
Haymuchísimos vinos de batalla, tanto blancos como rosados, que funcionanperfecto en la playa, pero en esta ocasión no quisimos sólo tomar, sinotambién ver cuáles funcionaban mejor conlos platillos que se ofrecen comúnmente en las playas de Acapulco.
Comoen todo maridaje, el resultado final va a depender mucho del gustopersonal y de los experimentos que puedas realizar. Nosotros teníamos ala mano un vino blanco que creíamos perfecto para unas almejas vivas, yal final no pegó, pero nos llevamos una buena sorpresa al probarlo conostiones.
Yasí hay mil opciones, desde los cocteles de camarón o pulpo, un vuelvea la vida, un arroz con mariscos o las típicas pescadillas; para todopuede haber un vino adecuado, el chiste es tener la disposición dehacer la prueba.
OJO:realmente no recomendamos llevar tu vino tinto a la palapa… primeropor el tema de la temperatura, puede ser muy difícil mantenerlo en elpunto exacto que no esté tan frío –como para apagar el vino– ni tancaliente que no te lo quieras tomar; además, para la comida típica dela palapa sí creemos que el vino blanco o el rosado pueden tenermejores resultados.
Te dejamos nuestras sugerencias, por si eres de los suertudos que sigue de vacaciones en la playa.
Ostiones frescos con Astrolabe
ElAstrolabe es un Sauvignon Blanc de Nueva Zelanda de color paja contonos verdosos, bastante limpio. Inmediatamente se sienten aromascítricos y herbáceos, algo tropical como de toronja se alcanza a sentiral fondo. Al probarlo el balance entre lo frutal, la acidéz y elpicorsito característico del sauv blanc es perfecto. Hay ostiones portodo el mundo, y aunque muchos parecen exactamente iguales, la verdades que tienen diferente sabor. Los ostiones mexicanos frescos tienen unsabor ligeramente salado y un toquecito amargo y mineral que resulta lacombinación perfecta con un vino de éstas características.
Tip:evita la salsa bufalo, el vinagre mata todos los sabores. Lo mejor esno ponerle nada a los ostiones aunque un poco de limón y un granito desal está bien.
Pescado a la Talla con Primavera
Primaveraes un viejo conocido, un vino rosado mexicano elaborado a base deCabernet Sauvignon. El color rosa brillante y profundo tirándole alrojo es muy atractivo, y aunque la etiqueta no es la más bonita delmundo, la verdad es que le va bien. Se siente frutal y dulce en nariz,con mucha fresa y grosella y hasta algo como de durazno. Al probarlo escuando llega la sorpresa, lo dulce se va transformando en un vino unpoco más seco y muy refrescante.
Eladobo del pescado a la talla queda perfecto con los sabores frutalesmás dulces, mientras que la acidéz y la parte más seca y fresca delvino son el complemento perfecto para los sabores doraditos del pescadoa las brasas.
Tip:En esta ocasión puedes ahorrarte la tortilla y no abuses con la salsapor muy buena que esté, si te enchilas matas los delicados sabores queresultan del maridaje.
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