Estos bailes de punta y talón son manifestaciones urbanas
ligadas a un tal Don Meandrito, quien tenía una panadería llamada "La Bienesa,
gran fábrica de bizcochos de uebo", donde se vendía "pan de jarabe", "pan de
manteca" y "jarabe de atole".
Don Leandrito asistía a una famosa fiesta anual
del gremio de los panaderos, donde le apodaban el Chimisclán. De ahí viene el
famoso "jarabe de Chimiztlán".