Aunque el vino y su proceso estén llenos de romance debemos ser realistas: nos guste o no, hacer vino es un proceso industrial.
Hayvinícolas que producen en pequeña escala y otras que fabrican cantidades enormesde vino. Por ejemplo, algunos pequeños productores mexicanos pueden acumular 8,000 litros de vino promedio al año. Si damos el salto a L.A. Cetto,ellos pueden producir 101,000 litros de vino sólo en uno de sus tanques.
¿Qué sea industrial quiere decir que es chafa?
No, en absoluto.Regresando con L.A. Cetto, ellos tienen dos de los vinos más premiados del país(El Nebbiolo Reserva Privada y el Petite Sirah, con precios por debajo de los$160 pesos) y producen miles y miles de botellas de ambos.
Los"industriales" nos dan a nosotros como consumidores la oportunidad de empezar aconsumir vinosque en teoría deben de ser más baratos, con buenas cualidades(algunos) y con mayor consistencia…, es decir, cada añada que probemos deellos será muy similar a la anterior, prácticamente igual. Por ello,los "vinos industriales" hacen excelentes vinos de "batalla".
Esta estandarización del vino puede parecer a simple vista algo no deltodo bueno, que le quita mística, romanticismo. No saber bien qué esperar,el factor sorpresa… Pero, si somosnovatos, al final es lo mejor que nos puede pasar: se reduce el riesgo, seelimina casi por completo la posibilidad de que un vino te haya gustado muchoel año pasado y éste de plano no.
El fenómeno del vino "industrial" se da a nivel mundial, y esnecesario para que la industria del vino sobreviva y avance en cualquier país.
Siempre habrá algún gigante dándonos una gama diferente, económica y queposiblemente se quede como nuestro vino de cabecera, y con la producción yventa masiva que le deja un margen de ganancias decente, podrá entoncesdestinar presupuesto para producir por otro lado un vino que sea de otro tipo,algo que no le signifique ingresos estables o altos.
Así que como siempre, los invitamos a probar muchos vinos y lesdejamos nuestras recomentaciones de "vino industrial".
Solaz, Tempranillo / Cab. Sauvignon, España.
Producción masiva de Bodegas Osborne, un vino que puedes encontraren varias partes del mundo y que cada año conserva una calidad muy decentepara su precio. Tiene un color rojo muy profundo y aromas de frutos rojos, ciruelapasa y moras con algo de pimienta y cuero en el fondo. En boca la acidez esalta pero logra balancearse con un toque de vainilla y maderas que no persiste. Un buen vino de batalla, fácil de tomar y acompañar. Lo venden en el super, aprox $100 pesos.
L.A. Cetto, Petit Syrah, Baja California, México.
Multigalardonado, confiable y accesible, siempre tiene muchasbotellas en cualquier lado. Su color es rojo granate, obscuro y con algunos reflejos púrpura. Loprimero que se siente son aromas de moras, jamaica y especias; algo de humedad,como de tierra mojada. En boca es un vino frutal, con cuerpo y potencia (paraalgunos un poco pesado). Puedes acompañarlo con quesos maduros, embutidos ypan. Un vino mexicano de batalla por excelencia. Puedescomprarlo en donde sea por $90 pesitos.