Paulaner.- Ésta podria representar el típico sabor de una chela alemana. Sin tener que ser un experto catador, el sabor a malta de trigo, tan pronunciado desde el primer trago, delata sus raices. Otro elemento que la caracteriza como tal es el toque amargo final. A pesar de que estos sabores se sienten fuerte al paladar, la Paulaner es suave. La encuentras en cualquier pub. Sin duda la "Paul" es un orgullo alemán fabricado en Munich y digno de ser exportado al mundo.
Hofbrau.- Es una chela clara con un oscuro pasado: el lugar donde la producen fue sede Nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Mientras preparan estrategias para asesinar a judios, los muchachos gozaban de esta cerveza. De hecho, se vende en restaurantes ex-clu-si-vos llamados Hofbrauhaus, mismos que se han expandido por Estados Unidos. Es una cerveza clara, fresca y ligera, con espuma blanca y un intenso sabor a malta de trigo. Si quieres
hacerla de conocedor, lánzate a "El Depósito" en la Roma y pregunta por esta chelita gourmet.
Erdinger.- Toda buena cerveza se toma en vasos destinados especificamente para este tipo de producto. En este caso, la Edinger, una chela que pertenece a la cervecería mas grande del mundo (en Tamanoa), se bebe en un vaso alto que se ensancha de arriba. Y es que esta chela tiene mucha espuma, lo cual no le quita lo fácil que es de beber, con un gran sabor a levadura y trigo pero suave y fresca. Es de las famosas entre las chicas alemanas.