Un sombrero, gafas de sol, playerita, reloj de pulsera y hasta su cigarro. Así es como Zeus Sánchez sale a dar el rol todos los días acompañado de Jorge Sánchez, quien lo quiere tanto que incluso le ha dado su apellido.

Aunque anda por las calles jugueteando, el cigarrito no se le cae del hocico, tampoco los lentes, el sombrero o la playera. Como si supiera que su outfit lo convierte en un imán de miradas, no hace el más mínimo intento por quitárselo.

Zeus es originario de la colonia San Felipe de Jesús. Jorge le dio la bienvenida a su familia cuando el pequeño cachorrito apenas tenía dos meses de edad. Actualmente tiene tres años, y desde hace dos se ha convertido un verdadero galán perruno, la sensación de Tacubaya, donde vive su dueño.

«La primera vez que se me ocurrió ponerle los lentes, Zeus tenía un año, y se los puse jugando, nada más para ver qué hacía. Me puse a hacer otras cosas y ya hasta se me había olvidado que se los había puesto, cuando de repente volteo y a la media hora seguía con ellos. Desde esa vez vi que no le molestaban, es un galán natural». Después de los lentes vinieron el sombrero, el reloj, la playera, el cigarro.

A pesar de que vive en Tacubaya, Zeus anda por todos lados, lo que lo ha hecho muy popular en la Ciudad de México. Lo mismo te lo puedes topar en Reforma, por el Centro o en la Roma. «A Zeus le gusta tirar rostro, sabe que está guapo y le gusta andar ahora sí que de pata de perro por toda la ciudad. Cuando la gente lo ve siempre se asombra de que traiga sus lentes, su sombrero, su reloj y hasta su cigarrito y que camine con todo eso sin que se le caiga o le incomode».

Caminas con Zeus unas cuadras y, en efecto, empiezan los “awww”, “mira” y “¡no manches!”. Por supuesto, no faltan las personas que se acercan a pedir fotos y selfies. Zeus, a pesar de ser un perro que podría imponer pues es musculoso y corpulento, se muestra completamente dócil y amiguero.

«Le gusta que lo acaricien, está muy chiqueado. Es un perro bóxer, pero para nada es agresivo, ni con la gente ni con otros perros. De hecho, allá en la casa se duerme conmigo de cachetito», nos platicó Jorge.

«Este wey no sé por qué me salió tan inteligente, por eso le hablo como una persona. Lo puedo dejar aquí sentado, le digo que me espere y no se mueve ni nada». Hicimos la prueba: le dice a Zeus que se siente y lo espere y él se queda ahí, quietecito y sin chistar, a pesar de que Jorge se aleja y desaparece en la esquina. Luego Jorge regresa y el experimento concluye. Pasó la prueba, y con honores.

Pero no todo es miel sobre hojuelas. La gente también le ha gritado a Jorge, que por qué le pone lentes o cigarro. «Hay sobre todo mujeres que me dicen que lo que yo le hago a Zeus es maltrato animal, que por qué le pongo lentes o el cigarro. Hay algunos que me dicen que se puede enfermar por fumar cigarro, ¡pero claro que no se los fuma! Nada más los trae en la boca, le encanta farolear. Si supieran cuánto lo quiero o cómo lo trato en la casa, no dirían eso. Nunca haría algo que le hiciera daño o lo lastimara», nos dice su orgulloso papá.

A decir de Jorge, ya hay en redes sociales fotos que de repente sube la gente mencionándolo, ya sea con su nombre o hashtags. Como a él no le interesa de momento hacerle un perfil o fanpage a su perro, la manera más fácil de encontrarlo es paseando por Tacubaya y sus alrededores.

Así que ya sabes: si quieres una foto con el perro más galán de la Ciudad de México, búscalo por estos lares y en una de esas te encuentras con Zeus Gutiérrez y hasta te da la pata y te regala una foto.