Sí, ya sabemos que desde septiembre en cualquier supermercado tienen mercancía navideña en el anaquel de hasta arriba o el de hasta abajo. Eso ya hasta es normal. Tampoco significa que la navidad realmente comience desde entonces, ni que las mentes corporativas tengan planes para venderla desde ese mes.

La verdadera navidad empieza con una conjunción de señales que nada tienen que ver con los astros, ni con los días del año –quizás, un poco sí, con la mente maligna de las corporaciones– sino con el comportamiento propio de los chilangos –godinez y civiles–. Para que te des una idea, aquí te decimos cuáles son:

– Oficialmente la navidad comienza el día en que en tu supermercado favorito ponen, en el estacionamiento, esa tiendita de arbolitos de navidad. Piénsalo. Puede que te vendan los adornos desde septiembre, octubre o noviembre, pero de nada sirven hasta que tienes el mentado árbol.

– Cuando en tu cafetería favorita (entiéndase la de la sirenita), comienzan a cambiar los vasos blancos por los de color rojo. Además de que lo utilizan para servir una bebida en extremo azucarada.

– Cuando en cualquier panadería exótica –entiéndase gourmet– ya te venden el fruit cake, quesque pa que lo vayas inyectando con cognac o brandy.

– Cuando los pavos en el supermercado ya no están confinados a los congeladores del fondo, sino que ya hasta en la puerta los ponen. Hay hogares en donde el momento en que se compra el pavo coincide con la compra del arbolito.

– Cuando cualquier humano –godínez incluidos–, ya los tiene acorralados la pobreza, deben dos letras del coche y las tarjetas están al máximo pero no les preocupa porque “ya van a dar el aguinaldo” y con eso se equilibran.

– Porque los godínez están emocionados –no por la navidad per se– sino porque ya se habla de la fiesta de fin de año en la que Pérez se pone hasta las chanclas e invita a bailar hasta a la asistente del señor Rodríguez.

– Una más de godínez, que es la señal de señales. Cuando comienzan a pensar, y hasta ponerse nerviosos, por quién les va a tocar en el intercambio de la oficina. Aunque lo nieguen están contentos de recibir esa tarjeta de librería o tienda departamental por 200 pesotes para acompletar pal’ play 4. La navidad, se siente en el aire.

¿La Navidad ya llegó a ti?