Vivir juntos tú y tu pareja tiene muchas ventajas, más que solo tener con quién compartir los gastos, dejar de esperar hasta el fin de semana para verse o dejar (¡por fin!) la casa de tus padres o el depa en la Condesa con todos tus roomies.

En realidad hablamos de cosas muy divertidas, como aplicar el Netflix and chill todos los domingos: quedarse en cama bajo las cobijas con esa persona que ahora comparte no solo tu tiempo, sino también tu espacio.

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Vivir juntos te puede dar más ventajas de las que tú crees, aquí te damos algunos ejemplos:

Tener una mascota

Actualmente hay parejas que optan por tener mascotas y así formar su familia, lo que les brinda nuevas responsabilidades pero también una gran cantidad de actividades entretenidas, como caminar con tu perro en el parque, acurrucarte con tu gato en el sofá o comprarle accesorios para mejorar su estilo de vida.

Recuerda, en el mundo hay un montón de mascotas sin hogar, adopta y no compres.

Disponer de más tiempo libre

Aunque suene irónico, cuando vives en pareja descubres que el tiempo libre que le dedicabas a tu relación en separado ahora te lo puedes dedicar a ti, porque ya pasan mucho más tiempo juntos.

Sin descuidar al otro, ahora puedes aprovechar para hacer actividades que habías dejado atrás. Corre en el parque más cercano o inscríbete al gimnasio o taller al que tanto has querido y ten la seguridad de que, al volver a casa, encontrarás a tu pareja esperando a que le cuentes cómo estuvo tu día.

Valorar su propio espacio

Vivir con alguien te hace darte cuenta que mereces tener tu propio espacio. Esto les ayudará a seguir creciendo como persona a pesar de tener una relación. No es malo tener momentos a solas, son esos espacios en los que uno puede conectarse consigo mismo. Te recomendamos ir a leer a una cafetería, visitar a tus amigos o familiares.

Vivir juntos = olvidarse del frío

Esto aplica sobre todo para los días de frío en nuestra querida ciudad, esas mañanas en que lo más difícil es tomar la decisión de salir de la cama (seguido en grado de dificultad por desvestirte para entrar a la regadera). Pregúntale a cualquiera de tus amigos que ya se haya «juntado» o a los casados: las cobijas de carne y hueso son, por mucho, más efectivas que cualquier cobertor que tu abuelita haya comprado en Chiconcuac.

Compartir juntos gastos y compras

Una de las mejores cosas de vivir juntos es que ya no tienes que pagar por todo sol@. Compartir gastos como la renta, el súper o las tarjetas de crédito suelen ser los primeros pasos, y, si la relación se vuelve más seria, comprar un coche o un departamento juntos será de gran ayuda para su bolsillo.

Comprar casa es un paso importante y puede asustar, pero actualmente hay instituciones serias, como el Infonavit, que ofrecen créditos de hasta 1.6 millones de pesos para que puedan hacerse de su propio hogar.

Lo más importante es que se sientan cómodos y seguros de compartir sus días juntos; sabemos que no es algo fácil y tampoco significa que no vayan a enfrentar problemas, pero el chiste de esta nueva etapa es que aprendan a convivir con sus gustos y formas de ser.

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