En nuestra edición de septiembre publicamos una investigación sobre el crimen organizado en la Cuauhtémoc. Para ello, le pedimos al delegado Ricardo Monreal que nos explicara, punto por punto, por qué no ha logrado bajar los índices de delincuencia en su demarcación, qué pasa con los establecimientos que operan de manera irregular y con los permisos falsos que se le atribuyen.

He aquí lo que respondió:

¿En la delegación opera la delincuencia organizada?

Hay que reconocer que opera, por la movilización que se registra en la Cuauhtémoc. Aquí hay más de 50 mil establecimientos mercantiles, unos 3 mil 400 restaurantes y más de 400 antros y bares. Cinco millones de personas circulan a diario por aquí. Eso implica que las actividades del crimen organizado se concentren en un grado superior.

¿Y de qué operaciones se tienen registro, según la delegación?

Las actividades de la delincuencia organizada son tráfico de drogas, trata de personas, narcomenudeo, extorsión, derecho de piso. Esto sobre todo a comerciantes en la vía pública. Son problemas severos.

¿Quién es el responsable de esto?

Me temo que es un mal momento en el cual la delincuencia organizada se encuentra sin freno, la policía se ha relajado y esto ha generado un problema tremendo. No se puede ocultar ni negar. ¿Quién falló? ¿El gobierno central o la delegación?

Lo he platicado con la Procuraduría y con el jefe de gobierno -agregó Ricardo Monreal- porque en la ciudad hay un mando único y centralizado: las delegaciones no tienen instrumentos jurídicos ni materiales para enfrentar a la delincuencia organizada, aunque conozcamos sus manifestaciones. No es que se repartan culpas, pero de los 84 mil policías que hay en la ciudad, casi la totalidad dependen de ese mando central. Al gobierno y a la procuraduría les toca actuar.

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Foto: Archivo Cuartoscuro

¿Entonces qué le corresponde al delegado?

A la delegación Cuauhtémoc le corresponde solicitar al secretario de Seguridad Pública instalar más vigilancia, patrullas, que atienda las quejas. Se le ha pedido. Contamos con los documentos en los que consta que a diario le pedimos a la Procuraduría y a la Secretaría intervenir en los barrios donde sabemos que los delitos se han disparado, pero es un asunto delicado.

En un video, el jefe de la policía en la Cuauhtémoc, Miguel Basurto, le advierte a sobre un enfrentamiento en un antro céntrico, que deben cerrar ese tipo de lugares y que los casos así seguirán repitiéndose.

Cada ochos días tenemos reuniones y, a veces, la policía nos dice que debemos verificar algunos bares. Lo hacemos, pero hay que tener una justificación jurídica, pues, si no, se amparan y ganan el juicio con facilidad. El tema de fondo es que la delegación no se encarga de la persecución de delitos.

La Asamblea no nos asigna recursos para seguridad. Nadie está obligado a lo imposible. Imagínese que yo me dedique a perseguir a los narcotraficantes. Me parece absurda y excesiva esta crítica provocada por la ignorancia, porque no se sabe cuáles son las funciones y facultades de una delegación.

Mexicanos Unidos Contra la Corrupción denunció en un reportaje que, en la delegación, a cambio de un millón de pesos se pueden adquirir licencias para operar negocios.

La contraloría del gobierno de la ciudad declaró que no existe ninguna irregularidad en la asignación de contratos. Y otra cosa: esos permisos de un millón de pesos no se otorgaron en mi administración. Fue durante la salida del anterior gobierno.

Nosotros no extorsionamos ni cobramos, acotó Ricardo Monreal.

Pero, aún así, muchos antros y bares operan de manera irregular en la delegación, sin el uso de suelo adecuado.

Se va a actuar, incluso hay procedimientos de revocación de permisos. Cuando se comete un delito, la procuraduría interviene el lugar, lo cierra. Seguramente son varios sitios y ya estamos actuando para clausurar. Sí hay quienes falsifican permisos para presuntos dueños de establecimientos y restaurantes. Lo estamos denunciando penalmente. Dicen que no he acabado con la corrupción y obras irregulares, pero hemos actuado. Recibí una delegación hecha pedazos, pero hemos efectuado infraestructura, rescatado zonas. No sólo hay que ver lo negativo.

El narcomenudeo y la trata de personas, sin embargo, siguen vigentes pese a que en campaña se dijo que se combatirían.

Lo denuncié en su momento -aclaró Ricardo Monreal- y tengo los oficios de denuncia penal para que la autoridad competente interviniera, porque la delegación no puede seguir delitos como trata y narcomenudeo.