La nueva cara del Barrio Chino es para los peatones

Blancos, imponentes y llenos de detalles, desde la melena hasta la base que los sostiene. Así son los Leones de Fu que están en el Barrio Chino de nuestra ciudad, sobre avenida Independencia.

Son un regalo diplomático otorgado a la ciudad en 1999 y, aunque en el Centro son una escultura más, en su país de origen son un símbolo de protección. Están ubicados según el feng shui: si se ven de frente, el macho debe estar a la izquierda y la hembra a la derecha. Son guardianes y siempre están en par: la leona representa el poder del yin y tiene un cachorro bajo su pata (que simboliza protección hacia la gente); el león es símbolo del yang y tiene una esfera bajo su pata (que representa la protección del lugar o edificio que resguarda).

Tradicionalmente hay una perla en su boca, pero los que están en nuestra ciudad no la tienen… alguien se las robó. Además, están grafiteados y tienen algunos raspones producto del vandalismo. La buena noticia es que pronto cambiarán de lugar, a un sitio en el que estén más seguros.

«Entiendo que a raíz de que vistamos al embajador (de China), él se dio una vuelta por acá y le molestó ver el estado de un símbolo tan importante para ellos», nos cuenta Roberto Remes, titular de la Autoridad del Espacio Público (AEP). «Al restaurarlos y ponerlos más exhibidos se ayudará a protegerlos».

Este no será el único cambio en el Barrio Chino, sus calles se renovarán por completo: tendrá nuevas esculturas emblemáticas, se rehabilitarán las banquetas, las zonas peatonales tendrán elementos característicos de la cultura china y se mejorará la iluminación. El proyecto es ambicioso, comenzó a planearse en enero de este año y –a pesar del sismo– estará listo en enero de 2018.

Un Paifang y una Puerta Luna llegarán al Barrio Chino

«La idea de intervenir el Barrio Chino surgió no sólo por la urgencia de atender este espacio que ha ido quedando en deterioro, sino porque no es lo que llegó a ser», dice Remes. «Era mucho más grande, pero con el tiempo algunos negocios se convirtieron en otras cosas, muy en el nicho de la zona que es la iluminación, también por eso le llamaremos calle de la Luz».

El proyecto planea mejorar el aspecto y modernizar 23 mil 797 metros cuadrados del Barrio Chino. En su primera fase se intervendrán cuatro calles: Dolores, Marroquí, Independencia y Victoria. El sismo afectó el avance, pero Remes explica que sólo deberán resolverse detalles al inicio del próximo año.

«Habrá elementos icónicos en las calles: un Paifang, son unos postes rojos y esbeltos que arriba traen el decorado, un poco en forma de pagoda; un arco o puerta Luna, es como un cuadrado pero tiene abierto un círculo al centro; un CDMX en chino, esencialmente queremos que eso sea un landmark, un selfie point con el que vamos a comunicarle al mundo que existe el Barrio Chino mexicano y vale la pena visitarlo», agrega Remes.

«También tendremos algunos pendones en la calle Dolores con la imagen del Barrio Chino: la pagoda, el Paifang y un peatón, éste viene de la palabra humano en chino y lo evolucionamos a un peatón. Además, en las calles que no tienen circulación, se conformará al centro una flor de lis, que es la flor nacional en Francia y China».

Hay varios objetivos: lograr que la zona sea más agradable para los peatones, aumentar el número de visitantes, mejorar la percepción de seguridad y generar una identidad homogenizada.

«El proyecto puede dar para mucho más y tenemos intenciones de continuar», explica. «El temblor nos deja cierta incertidumbre, de hecho nos comió el tiempo para una licitación complementaria, pero vamos a buscar que el año próximo se haga, ya tenemos el proyecto listo».