La generación centennial puede definir la elección, pues forman parte del 30% del electorado joven a nivel nacional y, sumados al resto de ese sector, representan 35% del total de los electores. El problema resultó todo un reto para los candidatos y partidos que contienden en esta elección. Y es que los jóvenes son difíciles de agrupar en cuanto a intereses, gustos, nadie sabe exactamente cómo se comportan. Quienes votan por primera vez este 2018 se resisten a ser clasificados.

Los centennials son personas nacidas entre 1994 y 2015; muchos de ellos, los que nacieron en el año 2000, por ejemplo, podrán ejercer su voto por primera vez. Pero existen pocas investigaciones sobre este grupo, también llamado Generación Z, que, de acuerdo con estudios de marketing, viene empujada por las tendencias de vida de las Generaciones X y Millennial.

Este tipo de población valora la preparación más allá de lo académico, son el grupo que naturalmente convive con la tecnología. «Vieron en sus padres y hermanos la intención de tener nuevas herramientas para avanzar laboralmente, de hacer cambios de carrera por necesidad y de ser emprendedores. Eso determina en la Generación Z un cambio de actitud: reaccionan al concepto “conocimiento” como algo indispensable», señala el informe Insights and Observations about Generation Z.

El mismo estudio señala que, a nivel laboral, prefieren los empleos flexibles que les permitan pasar tiempo con familia y amigos; tampoco descartan la posibilidad de trabajar en proyectos temporales a cambio de mayores recompensas económicas y de experiencias de vida.

Pero incluso estas definiciones son dudosas. Para el doctor en sociología por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Rodolfo Soriano, en México los estudios sobre juventud van atrasados; además, asegura, es poco fiable retomar las categorías de «generación» porque responden a la población estadounidense y su realidad puede ser muy distante a la que se vive en el país e incluso en la ciudad.

Más allá de las características que se les atribuyen como generación, considera, las personas de entre 7 y 23 años no tienen un mayor interés de participación social que sus antecesores. «Tan sólo en el ámbito político –recuerda– lo vimos con las elecciones del Estado de México, en la que la juventud no se desbordó para votar». Sin embargo, la diferencia para 2018 puede ser la forma en la que los candidatos planteen sus propuestas, en la que los más jóvenes no se sientan engañados.

Quienes votan por primera vez este 2018 están motivados por las causas

Pero más que moverse por partidismos o militancias, si los políticos quieren saber quiénes votan por primera vez, deben tener la mira en ciertos temas: los derechos humanos, el medio ambiente, la defensa de libertades, la educación y la seguridad. Aline Zunzunegui, coordinadora de incidencia política en Ollín, Jóvenes en Movimiento A.C. —encargados de realizar el Índice Nacional de Participación Juvenil— señala que las causas sociales son las que motivan a los más jóvenes. Un ejemplo fue el reciente sismo: además de los millennials, los estudiantes de prepa y secundaria marcaron una fuerte presencia.

«En los talleres sobre democracia que hemos impartido a nivel nacional nos dimos cuenta de que los temas ambientales son los que más llaman la atención y los enfocan en temas cotidianos, como detener la tala y no sustituir áreas naturales o parques por plazas y edificios», dice.

A nivel de libertades y derechos, la posibilidad de elegir la entienden desde comprar algo o trabajar en cierto lugar, hasta decidir a quién amar, qué estudiar o si forman familia o no.

Asimismo, explica Zunzunegui, la libertad de expresión toma relevancia en esta generación, que se considera nacida en un entorno totalmente digital. Ellos, a diferencia de otras generaciones, tienen la posibilidad de acceder a más información y de investigar con mucho más facilidad. «Más de la mitad de este grupo usa las redes sociales para averiguar lo que les interesa, lo que los enfrenta al fenómeno de la información falsa que deben aprender a discernir», dice.

Al cuestionar a algunos jóvenes miembros de la generación centennial, se encontró que para los menores de 15 años es importante tener espacios seguros de esparcimiento y acceso a la tecnología.

Quienes votan por primera vez tienen interés en continuar en la escuela; son jóvenes de preparatoria que buscan obtener apoyos económicos para seguir estudiando. Esta misma inquietud la tienen quienes están en época universitaria; sin embargo, mientras más cerca están de concluir, sienten interés por empezar a insertarse en el ámbito laboral, pese a que este cada vez se encuentra más precarizado en cuanto a sueldo y derechos laborales.

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Para hacer política, hay que saber quiénes votan por primera vez

Para el sociólogo Rodolfo Soriano, captar a la generación centennial durante elecciones debió hacer énfasis en la forma. Cómo se les habla a los jóvenes es vital; hay que dejar de asumir, asegura, que esta población necesita que le suavicen los mensajes.

«En las estrategias políticas debe cambiar la forma en la que plantean los problemas y las posibles soluciones. En cómo se organicen los grupos y los candidatos. Los jóvenes no son bobos, ellos también se enfrentan todos los días a la realidad, a los problemas cotidianos. Para llegar a ellos se requieren propuestas focalizadas», dice.

Para la coordinadora de incidencia política en Jóvenes en Movimiento A.C, Aline Zunzunegui, la generación centennial sí está interesada en la política, pero enfrenta dos problemas por los que no se involucra: desconoce cuáles son las obligaciones que tiene cada autoridad y mira los cargos públicos como sinónimo de corrupción.

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Cifras

14 millones de jóvenes son quiénes por primera vez esta jornada

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