En este regreso a clases, enlistamos nuestros peores recuerdos. Aquí se los dejamos

La gandallez

No hay nada que inflinjamás terror en las mentes y corazones de los estudiantes –sobre todo en los desecundaria–, que el hecho de tener una pequeña “reunión a la salida” paraaclarar ciertas diferencias con el gandalla de la escuela.Era horrible observar cómo pasaba el tiempo, desde la hora del receso –momento en que surgía la amenaza–, hasta que sonara el timbre de salida. Lo peor era que, a tus escasos 11 años, lo más cercano que habías estado de unapelea real era cuando jugabas Street Fighter en las maquinitas. ¿Sí recuerdas cómo al final decidías haceruna retirada estratégica? (Lo cual no significaba que estuvieras escapando, simplementeestabas evitando caer en la violencia).

Los apodos

Cuando recién entrabas ala escuela te preguntabas a qué grupo pertenecerías, ¿te hablarían por tu nombre?, ¿te pondrían un apodo?, ¿serías "El Canelo" o Aldebarán? La importancia de tu sobrenombre en la vida estudiantil era tanta que literalmente podía hacer de ella todo un infierno y dejarte secuelas –que muchos todavía no pueden superar–. Todavía nos acordamos del "trofeo" –por trompudo y feo–, del "carcelero" –por aquello de los barrotes–, del "porcinotevuelvoaver" –porque estaban un poco pasaditos de peso–, entre otros.

El calzón chino

Cuando estudiantes,pocas cosas fueron tan dolorosasy humillantes como este método de tortura.Es imposible describir la sensación que se creaba en el cuerpo humanoen el momento en que tu prenda de ropa más preciada –aquella que tu mamá te compró para que estrenaras en el primer deía de escuela– laceraba la parte mas íntima de tu ser. Sólo quien lo hasufrido sabe a lo que nos referimos. Malditos calzones, malditos chinos.

Que te rompan el examenpor intentar copiar

¿Cuántas veces no hemos recordado a la mamacita de aquel vil,prepotente, abusivo e intransigentemente profesor quenos quitó y nos rompió en plena carael examen cuando nos cachó "homenajeando" las respuestas del examen de otro compañero? O peor, cuando rechazábamos pasarle las respuestas al alumno que estaba detrás de nosotros, que nos pedía que por favor se lo pasáramos y nosotros –bien éticamente– le decíamos que no y justo cuando aventábamos la negativa, el teacher nos cachaba, nos quitaba el examen y la oportunidad de pasar al siguiente año.

Que te bajen el short enla clase de educación física

Si, suena muy tonto yhasta ridículo, pero cuando somos adolescentes nuestro pudor esalgo que todavía tenemos muy arraigado. Y uno de los más grandestemores que teníamos en nuestra época infantil y adolescente era que a algún graciosose le ocurriera hacernos la "bromita" de bajarnos los pants o shorts de la clasede educación física y dejar al descubierto nuestros calzones que estaban bordados con nuestros nombres… o nuestras escuálidas y feas nalguitas.

Que alguien se entere dequién es la chica que nos gusta y se lo diga a todo el salón

Ahora lo vemos como unatontería, pero hay que aceptar que cuando éramos más chavitos nos aterrorizabaque lapersona de la que estábamos secretamente enamorados se enterara de nuestros sentimientos. Por desgracia, siempre había un chismoso/a en el salón que se encargaba de decirle delante detodos cuáles eran nuestras intenciones, mismas que, además de súper inocentes, –desgraciadamente– noerancorrespondidas. Y de ahí en adelante eras el rogón o la rogona.

Ley de Murphy de la tarea

Es simple: cuando nohacemos la tarea, el profesor si la pide; cuando sí la hacemos,no la pide; cuando nadie la hizo y nosotros sí y se la entregamos al maestro, nos ganamos el odio y rencor –almenos durante 1 semana – de todos los compañeros de clase, y para colmo sacamos 6 porque lo hicimos todo mal.

… De los exámenes

Aun más simple: cuandohay examen, no estudiaste; cuando estudiaste, nohay examen. Ycuando estudiaste y te toca hacerlo, se te hace tarde yrepruebas.

Elegir dónde sentarnos el primer día

Es una de las cosas másimportantes del primer día de clases. El lugar elegido sería el que nos tocaría el resto ciclo escolar. La banca era pieza fundamental del éxito o fracaso que tendríamos; por ejemplo si nos sentábamos hasta atrás, corríamos el riesgo de quelos maestros nos tacharan de flojos, hasta adelante, nos tocarían las preguntas;al ladode un nerd, sacaríamos mínimo 8 de promedio final; junto a la chica bonita, igual y terminábamos de novios. Todo dependía del lugar donde estuviéramos

El maestro maligno

Por alguna extraña razón siemprehubo un maestro que la traía contra nosotros. Nunca supimos la razón, pero nos odiaba. Lo único de lo que podíamos estar seguros, era de que ese profesor utilizaría todos los recursos que tenia a su alcance parafastidiarnos e incluso, si era posible para él, hacernos reprobar año. Y no nos salgan con que aprendimos algo de esos antipedagógicos sociópatas y misántropos: lo único que nos dejaron entender fue el verdadero sentimiento de odio.

¿Cuáles nos faltaron?