El hombre paco que enocasiones se dedicaba a huir de algo a lo que nosotros llamábamos “fantasmitas”y en otras tantas a comérselos sin la más mínima piedad, fue el culpable de quemuchos de nosotros sufrieramos problemas de adicción a los videojuegos.

Jugar Pacman era simple y sencillamente –además defrustrante – adictivo, porquepor más que gastáramos nuestras monedas en lasmaquinitas, intentando comer y no ser comidos era harto difícil y siempre terminábamosperdiendo, pero también siempre terminábamos volviendo a jugar.