El Pontiac en el que viajaban los menores que fallecieron tras un choque en Eje 10 circulaba a 120 kilómetros por hora, de acuerdo con los peritajes preliminares realizados por la Procuraduría General de Justicia capitalina.

El auto, conducido por un niño de 12 años, alcanzó su punto máximo de velocidad al llegar al Rancho las Bugambilias, en la colonia Ampliación Selene, en donde el conductor perdió el control del vehículo y se estrelló contra el muro de contención, según información de la carpeta de investigación de la PGJ, citada por el diario Reforma.

Ninguno de los pasajeros tenía más de 15 años y entre los fallecidos se encontraban adolescentes de 12, 13 y 14 años de edad.

Los padres de las víctimas confirmaron que todos los menores eran familiares y que habían acudido a un carnaval en la delegación Iztapalapa.

La procuraduría investiga quién era el dueño del auto y por qué lo conducía el menor. Según los primeros informes, el propietario podría ser uno de los familiares, quien también tendría responsabilidad penal.

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