En esta ciudad existen 119 panteones, de éstos 105 son públicos y 14 concesionados. Los públicos (también conocidos como civiles) se dividen en 18 delegacionales, 84 vecinales, 3 civiles generales y 2 históricos, convertidos en museos. Esta categorización nos da una idea de lo importantes que son los camposantos para los mexicanos: al final de todo, esa será la mansión que habitaremos por la eternidad.

Visitamos algunos a fin de darles una breve guía de aquellos que vale la pena visitar en esta temporada. Quién sabe, a lo mejor las puertas de infierno se abren sólo para que tú tengas algo que contar a tus nietos…

A ver quién es el valiente que los visita todos este día de muertos.

Panteón de San Fernando

Es el segundo camposanto citadino que fue declarado museo. Sus inicios datan del siglo XVIII, cuando formaba parte del Templo de San Fernando y era manejado por la orden de los fernandinos. En 1860 pasó a formar parte de los bienes del Estado, tras las transformaciones de la Guerra de Reforma. El cementerio está ubicado en una de las zonas más céntricas de la ciudad, su entrada está adornada con una elegante columna y al igual que el de Dolores, alberga los restos mortales de personajes ilustres.

¿Por qué vale la pena pasar por un susto?

Porque además de ser un lugar realmente bello, donde se siente paz y tranquilidad, las inscripciones de sus lápidas son muy originales, a veces poéticas y otras tantas curiosas. Por ejemplo: “Esta losa es el telón que me separa del mundo por toda una eternidad” o “Aquí duerme mi querido hijo, hablad bajo… no le despertéis…”.

Algunas inscripciones datan de la primera mitad del siglo XIX, cuando una epidemia de cólera melló a la población de la ciudad, y aquellos que tenían el poder adquisitivo para pagar las carísimas exequias organizadas por los frailes, enterraban a sus familiares en este camposanto. Pero, sin duda, el mausoleo más impresionante del cementerio es el de Benito Juárez y el de su esposa Margarita Maza, construido en mármol y de estilo neoclásico.

Como es un museo, abre de martes a domingo de 9:00 a 17:00 hrs. Cuando lo visites puedes contratar un guía; pídele que te cuente la historia de amor del señor José María Lafragua -secretario de Relaciones Exteriores durante el mandato de Benito Juárez- y la señorita Dolores Escalante. Es un poco cursi, pero el final es trágico, ideal para invocar fantasmas este día de muertos.

Plaza San Fernando No. 17, Col. Guerrero. A una cuadra de la Ribera de San Cosme.