Y qué si estar todo el día metidos en Facebook nos quita tiempo, y de paso nos genera envidia… qué más da si nos encanta enterarnos de la vida de los demás, aunque sea mucho mejor que la nuestra.

Y qué si ser fanáticos de la red social nos convierte en los amos y señores de los 7 pecados capitales, a los que les hacemos los honores con todo lo que posteamos.

Porque aceptémoslo, gracias a Facebook podemos contarle al mundo entero todas nuestras intimidades, escandalosas o no, y eso implica, casi siempre, hablar de los vicios que corrompen a la humanidad. (Válgame, cuánta seriedad).

Así que nos dimos a la tarea de comprobar que esos 7 pecados se la pasan rondando nuestro timeline, en las actualizaciones de nuestros amigos y las propias. Chequen, son fáciles de identificar.

1. Lujuria

Los lujuriosos son todos aquellos que, pa’ empezar, tienen en su foto de perfil a una mujer bien buenona, con todo y la inmoralidad de enseñar un par de… músculos muy bien desarrollados al frente.

Se la pasan publicando las portadas de las revistas más candentes y no pierden oportunidad para comentar siempre con connotación sexual. “¡Qué pasó mi Angeliquita, esa pose tan sexy amerita que te invite un raspado de anís”. ¡Zas! La vergüenza que pasarás, porque todos lo leerán, al menos hasta que lo veas y lo borres.

2. Gula

A los glotones los reconocerán porque se la pasan publicando fotografías de todo lo comestible que se les cruza durante el día. Una pimpeadita en Instagram y están listos para ser subidos los tamales, las chelas, los cup cackes, las papas, el mole con pollo… to-do.

La neta es que en el fondo los odiamos (y mucho), porque son incapaces de saber que morimos de ganas por comernos cada una de las fotitos que postean (literal) y no podemos porque la dieta que juramos seguir al inicio de enero, nos lo impide. (Malditos propósitos de año nuevo).

3. Avaricia

Típicos, todos aquellos que nos aturden con sus compras, compras y más compras… sus fotografías, todas, hablan de presunción porque su vida gira en tener más y más. No saben otra cosa que presumir su nuevo auto, su nueva blusa, bolsa, zapatos, novia…pfff, pesados y presumidos.

4. Pereza

Ah los flojonazos, los envidiamos, mucho, mucho. Mientras nosotros estamos enclaustrados en una oficina, como Godínez desde las 8 en punto, ellos (desconocemos con qué recursos), están en sus camas tomándose el primer café a las 11 de la mañana.

Y no salen de Face desde que amanece, hasta que anochece. Con qué cinismo son más felices que nosotros. Envidia, otra vez.

5. Ira

Los reconocerán fácilmente. Basta que suceda una injusticia, sobre todo en la política (pan nuestro de cada día), para que salgan de la oscuridad y arremetan contra todo el que se ponga en su camino.

Notarán que usan Facebook como un diario para criticar y despotricar sobre cualquier asunto que no les parezca, llámese su jefe, su mamá, su novia, su hermano, el tráfico, la lluvia, el sol, todo, se quejan de todo.

Nada les parece y mantienen un duelo de ira con el mundo entero.

6. Envidia

¿Cómo identificarlos? Simple, escribieron este artículo o lo están leyendo, y envidian al lujurioso de esta lista, y al avaro, y al glotón, y al flojo, y qué.

7. Soberbia

Y para soberbios… pues todos en Facebook. Aceptémoslo, todos nos amamos ‘demasiado’, disfrutamos de tener nuestro perfil en la red social, subir mil fotos, postear todo lo que hacemos, decir con quién salimos, y dejar en claro que nos divertimos a mares en esta ciudad.

Así somos, bien pecadores. ¿Cómo les quedó el ojo?