Uno de los personajes más característicos de la Ciudad de México es la Diana Cazadora, esa chica desnuda que hoy se encuentra en el cruce de Paseo de la Reforma con Mississippiy Sevilla.

Desde la década de los 40, ha recorrido diversos puntos de la ciudad, la han vestido y desvestido, han protestado contra su desnudez, ha aparecido en películas, ha aparecido en otro monumento del DF y, en la vida que no es de bronce, ha formado parte de un círculo pasional en el que se impuso el amor.

Todo esto la convierte en toda una superestrella chilanga y de quien vale la pena dar un breve vistazo a su vida.

Para embellecer la ciudad

A finales de los años 30, la Ciudad de México empezaba a tomar forma, por lo que se realizaban obras para llenarla de monumentos, glorietas y fuentes, siendo uno de los lugares más importante para ese fin el Paseo de la Reforma.

Así, el gobierno de la Ciudad encargó una nueva fuente (“la Diana” no es una estatua, sino una fuente) al arquitecto Vicente Mendiola Quezada, quien trabajó con el artista Juan Fernando Olaguíbel para crear la escultura que llevaría al centro la nueva obra.

Ellos eligieron como tema a la diosa romana de la caza, Diana, quien, según la mitología, es virgen y protectora de la luna, por lo que crearon una versión de ella como si estuviera flechando las estrellas en vez de animales.

Así, el nombre oficial y el tema de esta obra fue: “La Flechadora de las Estrellas del Norte”, pero en poco tiempo, los habitantes de la Ciudad de México le empezaron a llamar simplemente “La Diana Cazadora”.

No estuvo siempre en el mismo lugar

La Diana Cazadora fue inaugurada el 10 octubre de 1942 por el entonces Presidente Manuel Ávila Camacho, pero no se encontraba en su lugar actual, sino unos kilómetros más atrás, en una glorieta que comunicaba al Paseo de la Reforma con las calles de Río Rodano y Lieja, cerca del área donde hoy se encuentra la Estela de Luz, a la entrada de “los leones” de Chapultepec.

Pero esa glorieta desapareció en 1974, cuando se construyó el Circuito Interior, por lo que “la Diana”, como ya se le conocía cariñosamente, fue colocada en el parque Ariel, en la calle de Río Rodano (en el área donde hoy se encuentra la Torre Mayor) y, prácticamente fue condenada al olvido durante varios años.

A inicios de los 80, José López Portillo presumía grandes obras de infraestructura en la ciudad, una de ellas fue el Sistema Cutzamala, que es el que hasta hoy trae el agua potable al DF, por lo que decidió hacerle un homenaje colocando unas fuentes en Paseo de la Reforma y que por su (espantosa) forma se conocieron popularmente como “las regaderas”. Pero cerca de 1992, cuando el Gobierno del Presidente Carlos Salinas de Gortari intentaba borrar el pasado y hacer un poco de caso a algunos grupos de intelectuales, se decidió remover ese monumento que nunca fue popular entre los chilangos y colocar en su lugar a la famosa Diana Cazadora, que es donde se encuentra hasta hoy.

Usó taparrabos y no es la original

En la década de los 40, mostrar un cuerpo tan torneado (muy al estilo de esos años) y completamente desnudo en pleno Paseo de la Reforma era una afrenta a las buena conciencias, por lo que dos años después de su inauguración, un sector de la población chilanga (dicen que encabezado por Soledad Orozco, esposa del Presidente Ávila Camacho) obligó a las autoridades a colocarle ¡un taparrabos!

En 1966, cuando la ciudad se preparaba para recibir los Juegos Olímpicos de 1968 y en México soplaban aires de algo que llamaban “progreso” (el “Milagro Mexicano”o “Mexican Moment”), las autoridades se dieron cuenta de que ya era tiempo de que la Diana Cazadora volviera a mostrar sus atributos.

Sin embargo, aunque el calzón temporal lo había colocado el artista original usando sólo un poco de soldadura (previendo que algún día lo retiraría), la escultura se dañó, por lo que se decidió suplirla con una nueva, que se tomó del mismo molde que la primera, por lo que la Diana Cazadora que hoy se ve en Paseo de la Reforma no es la misma que sus primeros años, sino su hermana gemela.

La Diana Cazadora original, tras pasar un tiempo en casa de su creador, fue donada a finales de los 60 al gobierno de Ixmiquilpan, en Hidalgo, donde permanece hasta hoy en el Zócalo de esa localidad, frente al palacio municipal.

La Diana ha sido “vestida” varias veces, tal y como se inmortalizó en la película Los Caifanes(un clásico del cine nacional), dirigida por Juan Ibañez y escrita por el mismísimo Carlos Fuentes, donde unos jóvenes Eduardo López Rojas, Ernesto Gómez Cruz y Óscar Chávez le colocan ropa interior en su cuerpo y en su arco, ante la atónita mirada de los también muy jóvenes Julissa y Enrique Álvarez Félix y la risa de Sergio Jiménez.

https://www.youtube.com/watch?v=HoPt5aAEjEM

La modelo que está en dos monumentos del DF

Durante varios años se mantuvo en secreto la identidad de la mujer que posó para la Diana Cazadora, ¿quién iba a aceptar que era la chica que enseñaba todas sus cosas a los millones de chilangos y turistas que pasaban por ahí todos los días?

Pero en los 90, con un libro y una entrevista de radio con José Gutiérrez Vivó (un influyente periodista que tenía su programa “Monitor” en el DF), se develó el secreto: se trataba de Helvia Martínez Verdayes.

Ella trabajaba como secretaria en Pemex cuando tenía 16 años, en la misma época en la que el arquitecto que se encargó de dar forma a la fuente de la Diana Cazadoratambién andaban chambeando por esas oficinas, por lo que él y el escultor empezaron a convencerla para que posara para la nueva obra.

Helvia, por pudor, primero se negó, pero después terminó animándose y se lanzó con su traje de baño al estudio del artista, donde posó sin cobrar un peso (ella aseguró que lo hizo por pura vanidad) y venciendo el miedo a que la vieran desnuda… ¡total, ella iba a ser la Flechadora de las Estrella del Norte!

Ella siguió trabajando en Pemex, lo que por ahí de 1952 le mereció otra propuesta para ser inmortalizada nuevamente en el Paseo de la Reforma.

Los creadores de la Diana (Olaguíbel y Mendiola Quezada) fueron encomendados por el entonces presidente Miguel Alemán Valdés para crear la Fuente de Petróleos (que se encuentra en el cruce de Reforma y Periférico), por lo que le propusieron a Helvia que posara nuevamente, ya que ella era la ideal para aparecer ahí, ya que era una verdadera petrolera.

Así que, técnicamente, en ese monumento también aparece la Diana Cazadora… sólo que “en otro papel”, por decirlo así.

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Helvia también fue esposa de Jorge Díaz Serrano, quien fuera director de Pemex entre 1976 y 1981, una época singular en la historia de México, ya que al inicio de ese periodo se pensaba que el petróleo generaría abundancia económica en la nación, pero al final, la caída de los precios mundiales del crudo llevó al País a su peor crisis económica.

En sus años de bonanza, Díaz Serrano sonaba como el candidato presidencial que sustituiría a José López Portillo, pero después de que terminó ese fugaz sueño guajiro, fue encarcelado entre 1983 y 1988.

Helvia, quien llevaba una apasionada relación amorosa con él desde mediados de los 50, se convirtió en su esposa en una boda que se llevó a cabo en 1986 al interior de la cárcel, y que se realizó después de que Díaz Serrano se divorciara de su primer matrimonio.

Así, en la historia de la Diana Cazadora hay desde momentos de bronce (literlamente hablando), hasta intensas vivencias pasionales, que la convierten en una de las chilangas más destacadas de la historia de esta ciudad llena de personajes especiales, pero ninguno como ella.

¿Qué piensas de la Diana Cazadora?

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