Xochimilco es un lugar muy famoso entre la juventud chilanga, son pocos quienes no han subido a sus trajineras para tirar la fiesta a gusto e incluso, uno que otro a terminado ahogado (literal). Pero, fuera del mundo de las aguas locas, existe una pequeña isla que llama mucho la atención de quienes pasan por ahí, y no es por menos, digo quien pase junto a una isla decorada por decenas de muñecas viejas, todas tétricas y no reaccione, debe estar loco.

Esta peculiar isla fue habitada durante mucho tiempo por Julián Santa Ana Barrera. En su juventud, Julián fue un tipo muy retraído y rarito. No tenía muchos amigos y pasaba mucho tiempo solo. Un día, decidió empezar a juntar muñecas que iba encontrando por cualquier lugar, según el para que “le espantaran al espanto”. Todo esto porque, justo ahí una joven se ahogó y Julián decía que se lo quería llevar.

Era tanta la soledad de Julián que al pasar del tiempo, empezó a hablar con las muñecas e incluso pensó que le concedían milagros. A pesar de esto, él seguía su vida normalmente, hasta que un día se acercó a la orilla del río y empezó a cantar con el pretexto de que “una sirena se lo quería llevar”. No se sabe al 100 cuál fue la verdadera historia, pero ese día se ahogó en el mismo lugar donde había muerto aquella joven 50 años antes.

<a href="https://www.youtube.com/watch?v=_HGRUjlSKYU&feature=related">https://www.youtube.com/watch?v=_HGRUjlSKYU&feature=related</a>