Una de las cosas que más odian los papás debe ser el hecho de que sus vástagos les pidan juguetes tooodo el tiempo. Obviamente cuando chamacos todos nos dejábamos impresionar con los muñecos de acción de Súper héroes, los G.I.Joe, Caballeros del Zodiaco, con las luces del Fabuloso Fred, con los carros a control remoto, con avalanchas, triciclos o bicis, con los monos a los que podías alimentar y que a los cinco se hacían del baño (todo en uno), con el juego de Química, los playmobil y las Barbies.

Sin embargo, había algo que nos hacía felices (y a nuestros papás también, por simple economía): los juguetes baratos. Podíamos tener millones, por baratos.

Esta es una lista de juguetes con los que no podíamos vivir.

Canicas

Que levante la mano quien sabía tomar la canica entre el pulgar y el índice con elegancia, tirar y ganárselas T-O-D-A-S. Elegirlas era un reto a la emoción, de colores, transparentes con líneas internas anaranjadas, azules, y los tamaños, había unas enormes que nuestras manitas de bebés ni agarrar podían.

Muñequitas de papel para vestir

Eran tan variadas, tanto las características físicas de las monas (rubias, morenas, flacas, mejor formadas) como la ropa con la que venían. Era muy divertido llegar a casa, sacar las tijeras, retar a tu pulso y lograr cortarlas por las líneas sin errar y herir su piel, o dañar el vestidito, los jeans. Entre más tenías, mejor te la pasabas, era como un aviso de lo que sería tu futuro: tarjetas de crédito a tope y ni un cachito extra en tu clóset.

Pelotas

No mientan. Cuando ven una pelota cerca luego-luego se les activan sus antenitas y quieren o patearla o aventársela a alguien en su cara (bullies) o agarrarla entre sus manosy fingir que hay una canasta de basquet cerca. Las pelotas son una de esas cosas simples que nos hacen, hacían y harán felices por siempre.

Soldados de plástico

La onda era tener cientos. Colocarlos a lo largo y ancho de un terreno enorme y fingir una guerra sin tregua, llena de sangre y acción. A alguien se le ocurrió que eso era divertido y nosotros ahí fuimos, a creérnosla.

Luchadores con rebaba (con todo y su ring)

Si no tenían ring, no valían; o sea, sí, pero ¿y dónde iban a luchar?, ¿en el suelo?, ¿sin una silla de metal cerca?, obvio no. No importa si eras niño o niña, si estaban despintados, si el plástico era lo peor que habían tocado tus manos hasta ese momento (a estas alturas, no queremos saber qué tanto has manoseado), no importaba nada: nos hacían felices. ¿Recuerdan la posición en la que estaban sus brazos? Sigue siendo divertida.

Cuerda (o resorte)

Si hoy eres bueno pa’ eso del brinco, seguro antes lo eras más y este era tu juego favorito. O sea, requerías energía, astucia, inteligencia y mucha tolerancia al sudor (¡igual que ahora!). Había quien se divertía jugando a la cuerda individualmente, o quienes lo hacían en grupos, también había un juego en el que ¡tres personas saltaban la cuerda a la vez! El resorte era una cosa aparte. Para eso necesitabas tener un nivel 10 de salto de altura.

Yoyos, trompos

Todos hemos tenido en nuestro poder un trompo o un yoyo, que sepamos usarlo es algo muy diferente. Ok, ¿recuerdan como había quienes formaban un triángulo con la cuerda del yoyo y lo pasaban por ahí y luego seguían dándole? Y los trompos, también había quienes no sólo los enchulaban poniéndolespunta de plástico o de metal, o comprando de unos que tenían luces intermitentes, sino que se aventabansus trucos. Ash, había personas que ni hacerlos girar podíamos 🙁

Y cómo olvidar…

LosRompecabezas de números, el memorama, Serpientes y escaleras, la lotería, los carritos de fricción (nos trabábamos repasándolos una y otra vez en el suelo para que corrieran más y más lejos), los tazos, los peluches de los Muppets que regalaban en cierta tienda de cierto coronel…

¿Cuál fue el juguete barato de tu infancia con el que te la pasaste bomba?