Hasta en el juego más visceral de todos, si el humano sabe comportarse y apuesta bien sus fichas, puede salir ganando. La formula de una conquista exitosa está en la sutileza con la que manipulas los mensajes. Un comportamiento insistente y directo nunca llamará la atención de la misma manera que ese je ne sais quoi. El meollo del asunto está, en hacer creer al otro que todo interés surgió de él/ella o, simplemente, que surgió de la nada.

Para que tus próximas conquistas tengan ese toque, dale una leída a esto:

Hazte presente:

No seas el(la) stalker número uno de su Facebook, Twitter e Instagram y mucho menos se te vaya a ocurrir comentar cada una de sus fotos. Lo peor que podrías hacer es darle like a una de sus fotos viejas. Se daría cuenta de que stalkeaste todo su timeline. Mejor mándale un mensaje privado compartiendo algún link de cualquier video que te guste o de algún tema que a él(ella) le interese. Así sabrá que andas por ahí.

Aplica el descuido para enseñar un poquito:

Es mejor si enseñas “sin querer” que a propósito. Los ultra escotes déjaselos a las del table. Mejor, dale un giro a la situación. Aprovecha el momento en el que estén cerca y deja al descubierto alguna parte de tu cuerpo (como un hombro o la espalda). Finge que te falta poco para estar lista y mientras te cambias de blusa deja la puerta abierta. Para ellos es muy sexy entrar en tu intimidad sin que tú te des cuenta (bueno dizque).

Come algo muy rico:

Dicen que el amor entra por los ojos, pero nosotros decimos que también por la boca. Así que busca algo de comida que puedas disfrutar de manera muy placentera frente a ellos(as). No se te vaya a ocurrir comer un tlacoyo, eh. Elige algo como un helado, frutas o cualquier cosa húmeda que moje tus labios. Y no seas exagerado (tipo actor porno chafa). Simplemente muerde un poquito tu boca de lado, o chúpate los labios como recogiendo el sobrante. Pórtate sexy, eso es importante.

Las mascotas son un buen pretexto:

Si te gusta el vecino de enfrente y tiene perro ya la hiciste. Aunque no lo creas tu mascota es el mejor pretexto de ligue que puedas tener. Cuando te encuentres al susodicho en la calle finge que te emociona que su perro y el tuyo se conozcan. Dile que sabes de un lugar increíble donde los perritos pueden correr libres y felices. Tu fin de semana podría terminar en día en campo en Chapultepec. ¿Te imaginas? ¡Qué bonito!

Velo(a) a la boca:

No hay nada más intimidante que alguien que analiza tu boca mientras hablas. Mientras te ven fijamente y ponen cara de cachondos(as) no sabes si continuar con la plática o irte sobres en ese momento. Tú debes hacer lo mismo, pero no todo el tiempo o parecerás un(a) maniaco. Cuando la cosa empiece a entrar en confianza y tu cita vaya de maravilla… aplica la mirada directa a los labios. No olvides que mientras lo(a) ves debes poner cara seria pero con ojos de cachondez máxima.

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Impáctalo con un buen look:

Si sabes que lo(a) vas a ver en una fiesta, échale un buen de ganas ese día. Vístete lo más sexy que puedas. Imagina la escena: entras por la puerta y robas su mirada por completo. Guau, eso es lo más emocionante de ligar, ¿a poco no? No olvides que es importante que te vea sonriente. No adoptes poses de fresa o serias. Lo más atractivo que puede existir es una persona sonriente.

Ten presente que aunque te pongas guapo(a) no lograrás que te pele. Ya que estés en el mismo lugar que él(ella), hazle saber que estás ahí. No seas penoso(a).

Risa coqueta con pujidito:

Esto debe sonarte muy extraño, pero “aunque usted no lo crea” a los hombres les encantan los ruiditos sexies. Así que cuando te rías procura tener uno que otro pujidito sexy entre una y otra risa. No vayas a regarla con un pujido muy loco tipo parto (ok, exageramos un poquito), no no no, eso no. Sólo es como un “mmmhh” que los prende. Incluso cuando estás muy cansada puedes usarlo: “mmmmhh me duele la espaldita”, o cuando te gusta mucho algo: “ayyyy qué rico solecito” (y te sobas un poquito los brazos). También es sexy que te apapaches a ti misma, pero siempre sutil.

Déjalo(a) con las ganas:

No siempre seas tan accesible y no siempre estés dispuesto(a) a todo. Que lo(a) dejes con las ganas de vez en cuando es bueno. Date tu taco y dale la oportunidad de extrañarte. Eso sí, siempre sé muy lindo(a) cuando des el cortón. Usa algo como: “Hoy no puedo, pero me encantaría verte la próxima semana”. Deja la puerta abierta para otra oportunidad. Y en cuestiones sexuales ya sabes a qué nos referimos. Hay mil y un cosas qué hacer antes de ir a la cama. Préndelo(a) poco a poco.

No olvides que el mundo puede ser cada vez más moderno y abierto, pero la elegancia de una conquista sutil jamás pasará de moda.

¿Ustedes qué técnicas usan? Compartan.