Hace más de 400 años, en pleno Siglo de Oro español, asistir al teatro era algo que distaba mucho de considerarse glamoroso. Nada que ver con los lujosos centros de espectáculos con valet parking a la entrada y acomodadores que buscan tu lugar (numerado, desde luego) con lamparitas halógenas.

En ese entonces, los teatros se montaban en los patios de las casas cuyos dueños buenamente prestaban para ello. Las habitaciones que daban al claustro se reservaban para los nobles y religiosos, mientras el pueblo llano ocupaba el patio y a las mujeres se les enviaba a La Cazuela, un reservado frente al escenario en el que evitaban el contacto lascivo de sus compañeros.

Era la época en donde Madrid era capital del imperio en el que no se ponía el Sol (Carlos III dixit) y en la que los estrenos incluían obras maestras de gigantes como Lope de Vega, Tirso de Molina y Calderón de la Barca.

Esta esencia del origen del teatro como lo conocemos ha sido recuperada por la Compañía Nacional de Teatro de Bellas Artes, que, con apoyo del Gobierno del Distrito Federal, instaló en el Zócalo “La Corrala del Mitote”, un teatro con aforo para 450 personas que recrea de manera acuciosa lo que cuatro siglos atrás habría de ser un teatro de primera línea.

La obra elegida para este escenario es la primera parte de la tragedia Enrique IV, de William Shakespeare. No podía ser de otro modo, pues este montaje se presentará en el festival cultural que enmarcará las actividades de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 el próximo verano. Por aquellos lares, el escenario será el mítico Globe Theatre, donde la leyenda cuenta que el vate de Startford-upon-Avon presentó la mayor parte de sus obras.

Situada en la Inglaterra medieval, Enrique IV ocurre en medio de una guerra civil donde los más altos valores y las más bajas pasiones cohabitan en el marco de los complejos vínculos que unen a padre e hijo. El príncipe heredero enfrenta dos modelos: el de su padre verdadero, el rey Enrique IV, un hombre en busca de su propia e imposible paz y el de Falstaff, especie de padre adoptivo que entraña un vicio corrosivo y fascinante.

Para este fin de semana, que para muchos será de “puente largo”, existen muy pocas alternativas mejores que pasar una tarde en el Zócalo observando una de las tragedias mejor logradas de Shakespeare montada por un proyecto teatral tan importante que nos representará culturalmente en la fiesta olímpica del próximo verano. ¡Hablando de orgullo chilango!

Ojo: la entrada es gratuita y el cupo limitado. Los boletos se entregan individualmente en taquilla, abierta de jueves a domingo de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 18:30. Ésta se ubica en la esquina de la Plaza de la Constitución y José María Pino Suárez (frente al edificio de Gobierno del Distrito Federal). Las funciones son de jueves a domingo a las 18:30 horas, sábado y domingo una función adicional a las 13:00 horas.

La ‘Corrala del mitote’ estará en el Zócalo del 12 al 29 de abril.

@pepegonzalezmx