Diputados locales del Distrito Federal presentaron un par de iniciativas que abren a la discusión la posibilidad de que los chilangos fumen mota aunque no sea legal.

¡¿Qué, cómo?!, pues así es: una de las iniciativas está enfocada en simplemente no darle prioridad a la persecución de quienes consumen mariguana, es decir, la policía local se hará de la vista gorda cuando te encuentren mota, siempre y cuando esté dentro de los límites permitidos de posesión que actualmente son de 5 gramos.

En la iniciativa, lo que antes se consideraba narcomenudeo, es decir tener entre 5 gramos y 5 kilos de marihuana, tampoco será prioridad para las autoridades y quien se encuentre en posesión de dichas cantidades en lugar de ser remitida a un Ministerio Público, serán enviados a un comité de disuasión que les brindará información sobre los riesgos de abusar de este tipo de sustancias.

También se plantea la posibilidad de que el gobierno pueda generar espacios públicos donde esté tolerada la venta de marihuana, previo un análisis del Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones (IAPA), quienes se encargarían de orientar sobre si es seguro comprar en dichos lugares o no.

Otro de los puntos que llaman la atención de la propuesta es la creación de un programa de preliberación para aquellos consumidores que fueron procesados por delitos relacionados con la marihuana ya que, en su mayoría, se trata de consumidores primerizos y que no representan un peligro para la sociedad.

Lo que sí no aclararon –o más bien, se harán de la vista gorda– es de dónde provendrá la droga que se distribuya. Básicamente, aquellos valientes que se interesen por vender la plantita, tendrán que conseguirla por sus propios medios –y cualquiera que fuesen serían ilegales– y asumir los riesgos de distribuirla.

En términos prácticos, se trata de un “lavado de marihuana” y aunque parezca raro es un sistema similar al que lleva funcionando varias décadas en Holanda.

Además de esta iniciativa local, se presentará una iniciativa a nivel federal que permita aumentar los límites de posesión y distribución de marihuana; la regulación del cultivo y evitar la prohibición de proscripción (para que así los médicos te puedan recetar tratamientos alternativos, entiéndase marihuana pal’ dolor).

Lo novedoso de esta iniciativa es que va enfocada a tratar el asunto del consumo de marihuana como un tema de salud pública y no como tema de seguridad pública, algo similar a lo que pasó cuando las drogas fueron, brevemente, legales en México durante el gobierno de Lázaro Cárdenas.

Así se abre, oooootra vez, el debate de la “legalización” de las drogas en la capirucha.

¿Cómo ven?