Son peludos, gustan de lamerse y a veces son verdaderas divas, pero es parte de su encanto y los hace verdaderos reyes apapachables: los gatos.

Este domingo los capitalinos se reunieron en el parque de los Venados, en la delegación Benito Juárez, para rendirles pleitesía.

Era el Gatofest, un festival dedicado enteramente a los gatos, donde ellos eran los principales, y aunque no había muchos, sí varios dueños orgullosos en busca de novedades para hacerles la vida mejor.

Una veintena de stands, la mayoría de organizaciones o albergues para gatos, que ofrecían camisetas con frases referentes a la vida animal del tipo “No necesito terapia, tengo un gato”.

Pero también había alimento, prendedores, lápices, plumas, joyería de fantasía, camas hechas con monitores usados de computadora, colguijes para celular, postales, cojines, rascadores, juguetes y hasta servicios funerarios. Todo con temática felina.

Pero más allá de la venta, que se vio un tanto entorpecida porque sólo un par de stands aceptaban tarjetas de crédito y débito, también hubo convivencia.

La gente platicaba entre sí sobre las experiencias con sus mascotas, participaron en conferencias para saber cómo enfrentar la pérdida de los animalitos, de cómo poder convivir con ellos si se tiene alergia. También hubo actividades infantiles como bailables, concursos de dibujo y una exposición fotográfica.

Era sólo en una pequeña parte del parque, pero en algunos momentos estaba a reventar. Poca gente llevó a sus gatos –los principales festejados–, pero los que había tenían mucho carisma y se dejaban acariciar. Incluso, uno que otro perro hubo en el lugar.

Quizá el único desencanto fue ése, que no hubiera muchos gatos. Aunque mucha gente iba con la esperanza de adoptar alguno in situ, se quedaba un poco decepcionado al enterarse que la única manera de adoptar gatitos era a través de catálogos y fotos que los albergues ofrecían para después llenar un cuestionario o ponerse en contacto por corre y participar en un riguroso, pero necesario, proceso de adopción. Por lo demás fue un domingo diferente rindiéndole homenaje al rey.